Caravana ~ Wos

Veintidós.

7 de julio de 2021, Mendoza, Argentina

Dani estuvo mordiéndose la uña durante la última media hora, ahora Andrómeda le dio una piña nuevamente para que deje de hacerlo y él la fulminó con la mirada.

—Para ya. —lo retó.

—Estoy nervioso, boluda. —suspiró— Mira si no te agrada...

—Claro que me va a gustar. —respondió ella con una sonrisa— Solo con ver la cara de tonto que pones al hablar de ella ya la cae bien.

Dani sonrió ante esto. Sabía que para Dani era muy importante la opinión de Andrómeda acerca de María y no podía juzgarlo, Andrómeda era su mejor amiga y María la piba que le gustaba, era muy importante para un pibe que su mejor amiga y su novia, o casi novia, tuvieran una linda relación. Afortunadamente tuve esa suerte con Andro y Wawa, que eran como hermanas y se amaban.

—Ahí está. —dije cuando la vi entrar al restaurante.

Dani se volteó rápido hacia la puerta y Andrómeda hizo lo propio. Una sonrisa enorme se pintó en el rostro de él y entonces yo lo supe, ella era la indicada.

Debía serlo, pues nunca lo vi sonreír de ese modo con la presencia de alguien. Ni siquiera con Lidia, que había sido su primer amor.

María le devolvió la sonrisa y empezó a acercarse a nuestra mesa, él se levantó para saludarla.

—Becerra. —la saludó con un tonito tonto de burla, jugando.

—Ribba. —respondió ella del mismo modo.

Después se dieron un beso corto y Andrómeda me miró con emoción, yo la miré y sonreí.

—Andro, ella es María. —las presentó y mi novia se paró de su silla para saludarla— Ella es Andrómeda, mi mejor amiga. —le dijo a María.

—Encantada de conocerte. —besó su mejilla— Dani me ha hablado muchísimo de ti. —dijo Andro con una sonrisa hermosa.

—Seguro que no tanto como me habló a mí de vos. —la noté un toque nerviosa mirando a mi novia— Habla maravillas de vos, tenía muchas ganas de conocerte.

—Yo también a ti.

—Y él es su novio y mi mejor amigo, Valentín. —terminó Dani las presentaciones.

—Un gusto. —besé su mejilla.

—Todo mío, en realidad admiro mucho tu trabajo. —todos volvimos a sentarnos alrededor de la mesa. María se sentó entre Dani y yo, frente a Andrómeda.

—¿El viaje ha sido muy pesado? —preguntó mi novia.

—No tanto, tenía muchas ganas de llegar y verlos. —miró a Dani con una linda sonrisa— Te extrañé. —dijo en voz baja poniendo su mano sobre la de él.

—Yo más a vos. —él se inclinó para dejar un beso sobre la mano de ella.

María se sonrojó un poco y miró a Andrómeda.

—Agus me mandó un mensaje para vos, dijo que el gato te extraña mucho.

—Ay, mi bebé. —hizo un puchero y me miró— ¿Nos reconocerá cuando volvamos?