Caravana ~ Wos

Veintisiete.

N/A: Ayer fue el primer aniversario del álbum Caravana y hoy el segundo aniversario de Andrómeda, soy todo lágrimas.

Debido a estos acontecimientos tan especiales y dado a la alta relación que tienen ese álbum y esa obra maestra que es la canción Andrómeda con esta saga (Andrómeda y Caravana, de hecho), he decidido hacer un pequeño maratón (muy pequeño) de dos capítulos seguidos.

Aquí tenéis el primero.

15 de agosto de 2021, Chubut, Argentina

Pasamos unas semanas en Río Negro porque mamá se estaba hospedando allá temporalmente por trabajo, así que decidimos hacerle compañía. Nosotros no teníamos ninguna prisa por terminar el viaje, ciertamente estaba siendo el mejor viaje de nuestras vidas. Andrómeda y yo viajamos juntos antes, teniendo en cuenta que al principio de nuestra relación manteníamos una relación a distancia, a un continente y un océano de distancia, habíamos viajado mucho juntos. Cuando yo no estaba en España, ella estaba en Argentina y viceversa. Además también habíamos conocido París gracias al regalo de cumpleaños que sus padres le hicieron para los dos en su fiesta de los veintiuno.

Pero esta vez era distinto, era mejor que todas las anteriores juntas. Eso contando con que visitar "la ciudad del amor" con mi verdadero amor fue una experiencia inolvidable, algo que fácilmente podría calificar como "mágico".

Sin embargo, recorrer el país en caravana, mi hermoso país, era la mejor experiencia que pudimos tener. A lo largo de este año pasaron cosas, unas increíblemente hermosas y otras no tanto, pero todo había servido para conocernos mejor y fortalecer nuestra relación. Por no hablar que hacer un viaje en caravana recorriendo todo el país era una experiencia intensa e incomparable al resto. No era lo mismo que tomar un vuelo y hospedarnos en un hotel, acá teníamos todo el tiempo juntos.

Ahora estábamos en Chubut y los dientes de Andrómeda, para variar, castañeaban por el frío.

—En España ahora es verano. —lloriqueó entre mis brazos— Y hace sol y calor.

—Lo sé, mi amor. —la apreté en mi abrazo y besé su cabeza— Tan pronto como regresemos a Buenos Aires, armamos la valija y visitamos a tus papás.

—¡No! —respondió ella de inmediato— Cuando lleguemos a Buenos Aires prácticamente estará empezando la primavera aquí y el otoño en España, con la llegada del frío. Lo cual quiere decir que nos iríamos de aquí en la estación fría para llegar allí en una estación fría también. —tembló de solo pensarlo y se acurrucó nuevamente entre mis brazos, negando con la cabeza— Nos quedamos al menos hasta que acabe la primavera, después veremos qué hacer cuando llegue Navidad.

—Mira vos, si lo tenés todo pensado. —me reí y avanzamos en la cola, estábamos esperando para entrar al cine.

Normalmente Andrómeda no quería salir de casa los días fríos de invierno, se protegía en el calor de mis brazos en el sofá viendo Netflix o haciendo cualquier cosa en casa, pero ahora no estábamos en casa y quedarse en la caravana todo el día era casi como firmar tu propia acta para morir congelado. Hacía casi tanto frío dentro como en la calle, por lo que decidimos ir a ver una película al cine, allá por lo menos habría calefacción en la sala y se estaría calentito. 

Estábamos esperando para comprar los tickets en taquilla, íbamos a ver una película argentina de humor, Andrómeda decía estar enamorada del humor nacional, hablaba maravillas de Argentina y de los argentinos (obvio, si somos gente re piola). A veces me desconcertaba un poco lo poco que Andrómeda parecía extrañar su país, teniendo en cuenta que yo amaba el mío y no era de buen gusto cuando tenía que permanecer fuera de Argentina por más de unas pocas semanas. Pero ella no tenía ese apego con España. Extrañaba una banda a su familia y a sus amistades, pero no el país en sí. Incontables fueron las veces que hablamos este tema y ella sonrió con tristeza pensando que dejó atrás a sus papás y a Lidia, pero no estaba triste por vivir acá. En realidad ella amaba vivir acá.