Simplemente sabia que su destino estaba sellado: Moriría a manos de ese matón ahí mismo en ese callejón oscuro.
Su corazón rogaba por una salida, aunque estaba seguro que no habría ninguna en esa situación.
¿Cómo había llegado a esa situación? Simplemente había salido algo tarde de una reunión de amigos tras el trabajo y beber algo, quien diría que justo se le atravesaría un ladrón que parecía no entender que no llevaba dinero encima.
Quería darle una patada en las bolas y huir, pero este lo sujetó lo suficientemente bien, presionando la afilada hoja metálica en su cuello mientras lloraba patéticamente diciendo que no tenia dinero. Un leve corte se hizo en su cuello, delgado como un rasguño de gato haciendo que pequeñas gotitas de sangre cayeran.
El delincuente volvió a hacerle la misma pregunta que Kōki le había aclarado, pero el tipo simplemente era un imbécil:
― ¿Me vas a entregar tu dinero?
Furihata calló, pero otra persona contestó por él.
―No te entregará nada. Déjalo.
El sujeto soltó leve a Furihata quien trató de huir, pero el ladrón lo sujetó del brazo mientras veía al recién llegado.
Un atractivo pelirrojo de ojos heterocromáticos.―No te metas o también terminaras muerto basura.
Furihata aprovechando la distracción mordió fuerte el brazo del ladrón y lo pateo fuertemente haciendo que lo suelte sin fijarse en el pelirrojo, quien se había quedado quieto mientras Kōki se dirigía a su casa corriendo a todo lo que daban sus pies. Por suerte al parecer el sujeto que lo había tratado de asaltar ya no lo perseguía.
Lo malo es que temía por el tipo que distrajo al ladrón, esperaba que siguiera con vida.
Buscó sus llaves para abrir la puerta, pero no las encontraba por ninguna parte. Busco en sus bolsillos, en su maleta del trabajo. Nada.
― ¿Buscabas esto?
Furihata se asustó al escuchar la voz, pensando en que podía ser la persona que casi lo mata. Pero al ver bien, no era él, sino el pelirrojo que distrajo al ladrón.
Tenía unos ojos preciosos de una mirada que parecía mas allá de este mundo, una piel blanca perfecta. Un cuerpo perfecto que se veía sumamente atractivo con su ropa oscura.
Casi no notaba que en una de sus manos tenia sus llaves al quedarse mirándolo babosamente.
―Ah, esas son mis llaves...si es tan amable de entregármelas.
―Por supuesto.
Aquel hombre sonrió de manera como si supiera de los pensamientos de Furihata, aunque este deducía que lo había mirado de un modo muy poco disimulado.
―Gracias y ¿Cómo supo que eran mis llaves?
―Las vi caer cuando saliste corriendo, huyendo de ese sujeto peligroso.
―Ah, ah, lo siento. No debí haberle dejado con ese tipo, pero estaba aterrado. ―Hace una reverencia un poco mas inclinada de lo normal. ―Yo soy Furihata Kōki ¿Cuál es su nombre?
―Akashi Seijūrō. ―Sonrió simple sin mostrar los dientes. Kōki lo tomo como un gesto tímido. ―Y no te preocupes, no pudo conmigo.
El de hebras cafés se sorprendió de manera sincera. Seguramente Akashi era una persona muy fuerte.
― ¿Quiere pasar a tomar algo de té? Digo es lo mínimo que le puedo ofrecer por salvarme.
―Gracias, aunque te salvaste prácticamente solo Furihata-kun.
Furihata abrió la puerta y lo hizo pasar. Apenas entraron sucedió todo demasiado rápido: Akashi lo tomo en un abrazo por la espalda y mordió su cuello con sus afilados dientes bebiendo de su sangre.
¿Un vampiro? ¿Podía ser posible?
Pues ahí estaba Furi a merced de este que succionaba de él como realmente hambriento. Estaba aterrado, pero a la vez resignado, no podía hacer nada para soltarse sin salir lastimado.
Definitivamente estaba destinado a morir ese día.
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Era su cuarta victima en el día. Definitivamente su hambre crecía cada día que pasaba. Ya ni siquiera le importaba que tipo de vida tuvo su víctima. Antes podía sentirse culpable, pero ¿Ahora?
―Kōki, realmente desde que estas así tienes mucho apetito ¿No?
―Cállate, es por tu culpa. Mi hijo está hambriento y no le puedo negar alimento.
Akashi lo beso en la nuca con ternura y lo abrazó.
―Querrás decir nuestro hijo.
―Si. Sei, no sé ni como lo hiciste, pero quiero cuidar bien a esa criatura cuando sea el día.
―Recuerda que no somos humanos. No solo nos reproducimos de morder. ―Seguía abrazado a Furihata de manera cariñosa. ― ¿Te sientes mal de no poder vivir una vida humana como los demás?
El mencionado negó.
―Antes siempre vivía con miedo, tenia que seguir las convencionalidades, no podía hacer lo que quería. Ahora soy yo quien siembra miedo y sinceramente me gusta. Esta mal, pero me gusta esta vida.
―No te sientas culpable mi Kōki. A mí también me encanta tenerte conmigo. Lo supe desde que olí tu sangre cuando ese cretino cortó tu cuello: Tenias que ser mi esposo.
Se besaron de manera cariñosa.
― ¿Qué tal si seguimos esta platica mientras hacemos el amor?
―Me parece excelente.
Volaron en forma de murciélagos a través de la noche hasta su hogar.
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31 días de AkaFuri 2020/2021
FanfictionBasado en lo posteado en la pagina "Porque amamos el AkaFuri" https://www.facebook.com/PorqueamamoselAkaFuriAka/photos/a.944401232246115/3749282415091302/?type=3&theater le puse 2020 aunque ya estamos en enero2021 porque tenia otro 31 días Akafuri y...