31 días de AkaFuri 2020/2021

Problemas.

La verdad que no creía que fuese posible, pero estaba en problemas. Kōki no parecía que fuera a creerle en esa situación. O sea que saliera siendo besado en una revista por una modelo por los paparazis no era algo que pudiese desmentirse así no más.

Esa mujer le había felicitado después de ganar en un torneo anual de Shoji nuevamente después de llevar años invicto. Le iban a tomar una foto cuando esta mujer le besa directamente en la boca.

Pensó que ya era suficientemente malo. cuando hoy lo ve de salida de su oficina de trabajo a la hora de comer. La imagen de ese fatídico beso sale la revista de chismes semanal, donde pareciera que él hubiera besado también a esa chica. Encima en la portada. IBA A QUEMAR A ESA EDITORIAL DE MIERDA. No, no la quemaría, pero si haría que quedase en bancarrota ¿Qué pensaría su esposo al ver esa imagen tan desastrosa?

Estaba hecho una furia. Llamo por teléfono y mando a quitar esa revista de circulación inmediatamente. Sabia que hacer para que obedecieran en el acto. Ahora tendría que ver como se ponen en acción, esperaba que lo hicieran lo suficientemente rápido para que no se vendiera ni una asquerosa copia.

Regresó a casa después de estar seguro de que hubieran retirado todas las copias de esa asquerosa revista.

Su marido Ex Furihata, ahora Akashi Kōki estaba con una cara extremadamente molesta, esperándolo en casa.

―Sei ¿Qué es esto? ―Su amado esposo que trabajaba en una empresa de libros bastante importante se topo de pura casualidad con el ejemplar y lo adquirió de inmediato, mostrándoselo a la cara de Akashi quien sudo frio.

Quería que Kōki le creyese, pero este es a veces muy terco y obstinado, además de que aún esta trabajando en su autoestima.

―Esa mujer me besó y tomaron esa foto.

―No pareces disgustado por ello en la imagen. ―Su pareja hizo un puchero enojado.

―Si, es lo que parece, esos malditos hicieron una foto muy bien para que pareciera natural esa acción. ―No. Odiaba que Kōki pusiera esa cara, seguramente estaba pensando que no era suficiente para él. JAMÁS DEBERIA SIQUIERA PENSAR ASÍ, SU ESPOSO ES SU RAZÓN DE VIVIR. ― Escúchame bien Kōki, esa mujer me tomo por sorpresa. Tu eres mi vida y siempre lo serás.

Lo tomo de los hombros y le hizo mirar directamente a sus ojos, viendo los acuosos ojos de su pareja. Le dolía ver que desconfiaba de su persona.

―Debería...― Empezó agachando la mirada tímidamente. Seijūrō temía algo malo.

― ¿Sí?

―Debería haberte acompañado a ese torneo de Shoji, pero estaba tan apurado en terminar mi libro. Realmente no tenia tiempo de hacerlo y esa mujer...esa arpía te robo el beso que yo debía de haberte dado.

―Kōki. Esta bien no podías evitarlo, ese libro era importante para ti.

― ¡Pero esa asquerosa mujer te besó! ¡Si hubiera estado contigo eso jamás hubiese pasado! Los besos de Sei me pertenecen. ―El castaño volvió a ver a su pareja. ― ¿O acaso no es así Sei?

Seijūrō sonrió.

―Por supuesto, todo yo soy de Kōki. Mis labios, mi piel, mis ojos, mi cuerpo, mi corazón, mi carne y mi sangre le pertenecen completamente a mi esposo.

―Y todos tus besos. ―Sentencio su marido besándolo y siendo correspondido con todo el amor del mundo por Seijūrō, quien se aferró a su pareja.

Los únicos besos que necesitaba eran los de Kōki.

―Claro que sí, son tuyos mi vida. ― Lo toma en brazos dándole unos besos dulces. ― Y en el dormitorio te lo demostraré cuanto te pertenezco.