Postre

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Ahí estaba llorando él por haber fallado al hacer un postre, por haberse distraído mirando una serie por celular.

Tonto y mil veces tonto ¿Cuándo aprendería que debía estar más atento al fuego del horno? Quería hacer algo delicioso para su novio por su aniversario. Ah era un desastre, ni siquiera sabia hacer un buen postre.

Negó. Estaba rabioso, pero tenía rabia consigo mismo ¿Cómo era tan distraído? Suspiro e hizo un puchero. Trató de limpiar el desastre que hizo en la cocina como pudo. Su novio vendría pronto, lo que más podría hacer era encargar un pastel.

Pero antes de encargar por celular, Akashi le envió un mensaje que llevaba ya algo para comer. Fue allí donde se le ocurrió una cosa. Sonrió y se animó, esta vez sí haría las cosas bien.

Furihata sonrió cuando llego su pareja recibiéndola con una sonrisa, tomando su abrigo y llevándolo al comedor, tenía preparado el té favorito de su novio calculando la hora exacta en que llegaría

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Furihata sonrió cuando llego su pareja recibiéndola con una sonrisa, tomando su abrigo y llevándolo al comedor, tenía preparado el té favorito de su novio calculando la hora exacta en que llegaría.

―Espero que no te hayas enojado por traer pastel, si hiciste uno sabes que lo comeré con gusto.

Negó mirando a su novio.

―No te preocupes, tuve un problema, pero ya verás. Tengo un buen postre para ti.

Akashi alzo una ceja, la verdad parecía intrigado a que se refería Furihata y de que luciera tan confiado.

Tomaron el té tranquilamente, hablando, riendo, conversando de sus libros favoritos y otras cosas de sus vidas diarias.

―Aún no puedo creer que llevemos tanto tiempo de novios.

―Si, pero eso es porque no has aceptado ser mi esposo.

―Sei, pero en Japón el matrimonio no es totalmente legal. ―Hace un puchero.

Akashi negó tomando de las manos a Furihata para besarlas.

―Siempre podemos casarnos en otro país, solo hay que buscar el adecuado.

―Sei...―Furihata le dedico una mirada completamente enamorada, asintiendo y abrazándolo quedándose así por bastante tiempo.

El calor, lo agradable del contacto de ambos, era algo mágico y dulce. Ninguno se quería separar del otro nunca. Se habían conocido hacia años cuando eran adolescentes enfrentándose en básquet, pero ahora eran adultos, ya graduados de la universidad y teniendo unas vidas bastante pesadas, pues a ambos les costaba verse seguido. Por eso Akashi le había propuesto medio en broma casarse para pasar más tiempo juntos.

Kōki con una sonrisa lleva a Akashi hasta un sillón y le hace un gesto que se quede allí. Llega con un par de cosas y luego le hace un striptease, algo avergonzado, pero satisfecho al ver la reacción de su novio. Se acerca a este cuando ya esta solo en ropa interior acariciando el bulto que se asoma en sus pantalones, relamiéndose y dándole un beso apasionado a su pareja siendo bien correspondido, antes de sacar de su envoltura el miembro ajeno al cual besó para luego aprisionarlo con sus labios haciendo que se introdujera lo más posible dentro de su boca hasta la garganta. Respiraba un poco con dificultad con tremendo pedazo de carne en la boca, pero hacia lo posible para no atragantarse, lo saboreaba con gran apetito, chupando de manera golosa. En un momento se lo saca de la boca para echar un líquido de un color caramelo en el pene que latía buscando más cariño, sigue en lo suyo, esta vez realmente saboreando el pene, pues ese liquido hacia que el miembro ajeno supiera dulce y apetitoso, en cuanto mas tiempo pasaba, mejor era el sabor.

Akashi creció en la boca ajena aún más debido a que la forma en que Furi chupaba su miembro era demasiado buena y comenzó a follarle la boca. Kōki con dificultad, pero logro amoldarse a los movimientos de su pareja que eran bastante intensos como el pelirrojo mismo, pero así le gustaba, era eso lo que le gustaba, que fuera dominante sobre él.

Luego sintió los chorros de semen en un intenso orgasmo por parte de Seijūrō, Kōki tragó con gula todo el líquido espeso, como si fuera lo más delicioso del mundo, relamiéndose y lamiendo la punta del pene ajeno hasta que ya no salió más.

―Gracias por el postre Sei...―Mencionó mirando su pareja con una sonrisa.

Seijūrō respiraba algo agotado por el orgasmo reciente, pero al mirar a su cachorro con esa expresión supo que esto no podía quedarse así.

― ¿No se supone que tu me darías un postre a mí? ―Dijo un poco en broma acariciando su cabello a Furihata, en si que hiciera un striptease a pesar de su timidez para ese tipo de cosas y que le hiciera sexo oral era suficiente postre para él de momento.

―Por supuesto, mi ropa interior es comestible y ¿Sabes? ―Le entrega varias botellas con diferentes sabores para estimular el cuerpo además de darle sabor dulce―Compre lo suficiente para que me devores por completo.

Seijūrō lo toma en brazos y lo lleva a la cama.

―Eres el postre más delicioso que tendré el placer de comer una vez más. 

31 días de AkaFuri 2020/2021Donde viven las historias. Descúbrelo ahora