ENAMORÁNDOME DE TÍ (COMPLETA)

5 ☔︎︎𝚃𝚛𝚊𝚝𝚊𝚗𝚍𝚘𝚜𝚎 𝚍𝚎 𝚎𝚕𝚕𝚊☔︎︎

Jonh Meyer

Al parecer a Ariana le gustó mucho el lugar a donde la traje, por su expresión diría que le encantó, su rostro está iluminado y se ve tan bien con su vestido negro que le queda tan bien a su piel blanca.

—Oh mira una ardilla—Le digo mientras me rio como tonto—. Vamos, ven.—Agrego y corremos hacia ella, está un poco lejos pero logro verla. Ariana ríe como loca que hasta parece que esta borracha.

—Shhh, la vas a espantar.—Le digo entre risas caminando con mucho cuidado hacia la ardilla.

Ella sigue riendo.—¿Tu crees que ya nos vio?—Pregunta y eso me hace reír.

—Pues con tu risa tal vez ya nos escuchó, tonta.

—Te insultaría pero ya me cansé.—Murmura y se sienta a contemplar la cascada, y ver el cielo.

Después de todo no iba a atrapar a la ardilla, solo quiero que ella la mirara o tener una excusa para estar más tiempo con ella, pero entonces me siento junto a ella.

Claramente es la segunda opción.

—Me gusta ver el cielo, es tan perfecto y el sonido de el agua se siente como el paraíso.-Dice y yo me tiro hacia atrás de espalda, después de unos segundos ella hace lo mismo.

—Creo que está empezando a oscurecer, deberíamos irnos.-Dice mirando por donde vinimos.

Yo me rio.

—No, antes quiero que mires algo más, ven.—Exclamo y agarro su muñeca y empiezo a caminar. La suelto cuándo quiero molestarle algo.

—¿Ves eso? allá vamos-le señalo con el dedo—. Te encantará.

Y se que de verdad le encantará.

Es una de especie de montaña, pero lo que menos quiero es que piense que la quiero aventar de ahí. Porque es un especie de precipicio, pero desde ahí se mira toda la ciudad y de noche se ve espectacular. 

Una vista hermosa sirve para relajarse, pero yo no necesito una estúpida vista hacia la ciudad para relajarme, a mi me relaja su ojos, su risa, todo de ella es suficiente para sentirme en el cielo.

—¿Pero como llegaremos hasta allá?—pregunta riendo.

Lo se, Ariana es una persona que ríe mucho, y eso es bueno, es lindo y hace que el tiempo se pare solo para centrarme en su sonrisa. 

—Solo vamos, mira aquí está un camino—Le muestro un especie de camino para subir la también especie de montaña —. Llegamos justo a tiempo.

—¿A que vinimos aquí, John?

—¿Qué no lo ves? Mira allá—Señalo un fondo brillante, que es el de la ciudad.

Corro y me siento en una orilla, si me caigo y muero seria una lástima, pero lo que le quiero es enseñar a Ariana que valdría la pena.

Ella se sienta a la par.

—Mira, es el atardecer, ¿ves lo lindo que se ve?.—Inquirí y a ella se le ilumina la cara, sus ojos color avena brillan como nunca. Se ve tan perfecta.

—No tengo palabras, nunca había visto un atardecer tan lindo, John.

Ella luce cada vez más emocionada. Nos quedamos un rato más hasta que anochece. Pone su cabeza en mi hombro y yo dejo de respirar por un momento.

 Mi corazón se hace pequeño al recordarme lo podrido que estoy por dentro.

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—Creo que es hora de irnos ¿No crees?.-Le digo y ella hace puchero.

Cuando llegamos a donde está mi moto me quedo parado para decirle algo pero me arrepiento.

—Te quiero-Digo sin pensarlo.

Ella luce sorprendida y solo me sonríe, camino a casa siento que tiene un poco de frío, así que cuando el semáforo se pone en rojo me quito la chamarra y se la doy, cuando se la pone le doy un corto beso en la frente y ella sonríe.

Cuando llegamos a la casa se baja de la moto y no dice nada.

Tal vez estaba esperando que me contestara lo del "Te quiero". 

—Te queda muy bien.—Le digo refiriéndome a la chamarra. Ella solo ríe y me da un pequeño golpe en el hombro.

—Gracias, John, por la tarde tan hermosa.—Ella habla, no me esperaba que dijera nada, y eso me hace sonreír.

¿Por que rio tanto? Ella causa eso en mi.

-De nada, Tonta.

Ella entra a su casa y yo regreso a la mía, dándome cuenta que se quedo con mi chamarra, no importa tratándose de ella le doy toda mi ropa.