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En cuanto entramos nos encontramos con todos sentados en círculo en el suelo de la sala, incluso Armin y Annie iban a jugar. Por supuesto, estaban sentados juntos.

Levantó la mano para saludarnos a ambos, y respondimos el gesto de igual manera. Sasha llamó a Mikasa para que se sentara junto a ella, se encontraba cerca así que no tardó mucho en llegar allí. Estaba a punto de sentarme junto a ella, pero Jean se apresuró y ganó el lugar.

La sangre me hervía por completo, pero lo único que hice fue apretar la mandíbula y respirar hondo para tranquilizarme. No podía mostrar mis celos, ni siquiera le había dicho a Mikasa la manera en que me sentía respecto a ella.

Maldije en voz baja y fui hacia donde estaba Armin. Me senté sin despegar la mirada de ellos.

—Eren —me llamó Armin, me volví hacia él—. Sé que Jean trata desesperadamente de llamar la atención de Mikasa, pero creo que no debes preocuparte, es decir, es Jean. Tiene lo suyo, pero lo que tiene que atractivo lo tiene de idiota.

Dirigí mi atención hacia él, podía notar que se encontraba nervioso, jugaba con sus manos y aunque estaba lo suficientemente lejos de él, su respiración era entrecortada. Lo sabía porque su pecho subía y bajaba rápidamente.

—Bueno, ya conocen las reglas —mencionó Sasha llamando la atención de todos—. La carta se pasa con la boca y conforme la ronda va avanzando, se va haciendo más rápido. Si a alguien se le cae, entonces tendrá que besar a la persona que está a su lado y después se inicia donde se cayó. Sólo debo aclarar dos cosas: nada de besos intensos casi que necesiten irse a una habitación, y si hay alguien aquí que tenga problemas con besar a otra persona de su mismo sexo, entonces salga de una vez porque aquí se pierde la heterosexualidad —señaló apuntando a todos mientras esperaba una respuesta—. ¿No?, ¿nadie? —hubo un momento de silencio—. Bien, ¡pues empecemos!

Después de eso Sasha se puso la carta en la boca, se la pasó a Mikasa, ella a Jean y él a Marco, luego a Connie y así sucesivamente hasta llegar a Annie, quien se la pasó a Armin y luego a mí, yo se la pasé a Ymir y ella a Historia, luego a Reiner, él a Bertholdt y de esa manera continuamos.

Así pasaron tres rondas sin que a nadie se le cayera la carta ni la tirara al propósito. Después se comenzó a pasar la carta hacia el lado contrario, ahí fue que me preocupé. Ahora Jean tenía la oportunidad de poder besar a Mikasa si cometía la estupidez de tirarla.

Justo estaba llegando su turno, fue ahí cuando pasó. El idiota lo hizo.

Todos se quedaron en silencio mientras los miraban, entonces Ymir habló.

—Bueno, ya saben lo que tienen que hacer —sonrió mirando a Jean, parecía que ella también sabía acerca de sus sentimientos e intenciones—. No tenemos toda la noche... —se quedó pensando un momento—. Bueno, sí, pero ustedes saben a lo que me refiero.

Mikasa se encogió de hombros y tomó del cuello a Jean para atraerlo hacia ella, él tardó un poco en reaccionar a su contacto, pero finalmente lo hizo.

Sólo fueron unos segundos, pero para mí pareció una eternidad.

—Ya me aburrí —dijo Sasha—. Bebamos un poco y después seguimos —después de eso todos se levantaron y se dispersaron, Jean se quedó hablando con Connie y Marco.

Te dejé ganar esta vez, Jean, pero no serás el campeón por mucho, eso tenlo por seguro.



...



Ya habían pasado unas tres horas, algunas personas ya estaban un poco ebrias, yo por otro lado estaba totalmente bien. Había decido no beber en exceso, quería tener una noche tranquila.

wrong | eremika [au]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora