花 𝓽𝔀𝓮𝓷𝓽𝔂𝓼𝓮𝓿𝓮𝓷 🌸

654 126 46
                                    

- Hola Yoongi... - El enfermero pelirrojo entró a la habitación con una cara completamente diferente.

Yoongi se sorprendió al ver el estado de Hoseok, tenía más ojeras que cara, sus ojos estaban hinchados y por poco se cerraban. Sus pelos alborotados, parecía que no había dormido nada en varios días. La sonrisa que siempre tenía tenía su rostro se había remplazado por una expresión seria y nula.

- ¿Qué sucede? - A Yoongi le había dado algo de pena pues ver a su enfermero así era demasiado raro.

- Por favor, ayúdame. - Su cuerpo cayó en el sillón que se encontraba al lado de la camilla. Comenzó a sollozar, por lo que el pelimenta se preocupó.

- ¿Qué necesitas? - Ya no hablaba con un tono de enfado, ahora lo hacía más calmado pues no quería hacer sentir peor al pelirrojo.

- Jimin... - Su voz salió como un hilo y comenzó a llorar como si fuera su último día de vida. - E-el se ha vuelto muy pesado contigo. No me deja trabajar, hizo que me quede tiempo extra, no quería que me fuera de su habitación. - Se le notaba demasiado estresado. - No para de hacer dibujos de ti. Necesito que me ayudes, hace más más de una semana que duermo una hora y media.

- Y-yo... Yo no sé como ayudarte, Hoseok. - Realmente no sabía que hacer. No sabia como tratar a Jimin. - No sé nada sobre él, no me agrada ese niño, ya sabes... Es diferente. - Estaba tratando de ser lo más sutil con sus palabras, pero lo que realmente quería decir era que ese niño era raro, estúpido y demente.

- Con tu presencia me basta, ese niño lo único que quiere es verte. Supongo que le caíste bien... - Estaba frustrado pues sabía que Yoongi no aceptaría. - Sé que no es tan simple, pero con el tiempo entenderás a Jimin.

- B-bien... - Hoseok levantó la cabeza con los ojos abiertos de sobremanera.

- ¡Gracias, Yoongi! - Se puso de pie y se tiró encima del pelimenta para abrazarlo.

- Mi cuerpo duele Hoseok~ - Soltó un jadeo de dolor. El pelirrojo salió de encima de Yoon y se acomodó un poco la ropa.

- Gracias de verdad, Yoongi. Ahora necesito que vengas conmigo. - Ahora si había una gran sonrisa plasmada en su cara cansada. Se le notaba bastante emocionado. Limpió sus lágrimas y esperó al pelimenta quien entre sonidos de molestia se preparaba para salir.

Ya los dos listos encaminaron hacia la habitación aislada. Las personas que pasaban por los pasillo s les miraban de manera extraña, cosa que Yoongi intentó ignorar, aún no se acostumbraba a estar con mucha gente a su alrededor.

Hoseok no paraba de agradecerle y el menor ya se estaba arrepintiendo de la decisión que había tomado. Todo el camino fue callado mientras que por el contrario iba saltando de la alegría y saludando a todos los que pasaban por allí.

Luego de unos minutos llegaron a la puerta y Hodeok sacó una particular llave, aquella llave que ya había visto. Era hermosa, con detalles cuidadosos, la cabeza de ésta tenía forma de corazón y algo inusual, colgaba un pequeño pollito. La habitación se abrió y por primera vez pudo ver su interior.

Era totalmente blanca, sin un solo color, grandes cortinas colgaban de las paredes. Allí había dos camillas y un pequeño escritorio, con lápices y hojas regadas. Un bulto en una de las camas se lograba ver, por lo que supuso que allí se encontraba el pequeño rubio.

- Jimin... - Hoseok habló con un tono extremadamente suave. Casi como un canto. - Jimin, despierta.

- N-no... - La dulce voz del rubio se oía bastante rota y decaída, pero Hoseok no se sorprendió por lo que Yoongi supuso que era normal.

- Mira quien está aquí con nosotros. - Sacó las sábanas que tenía Jimin sobre su cabeza lentamente para que de acostumbre a la luz. Abrió sus ojitos de color gris parpadeando varias veces hasta poder abrirlos al completo.

Hoseok se movió para que el pequeño pueda ver al pelimenta quiene estaba parado frente a la puerta. Jimin levantó su mirada y se asustó, había pensado que Yoongi era cualquier otro enfermero.

- Acércate y háblale. - El enfermero le susurró a Yoon.

- ¿¡Qué carajos quieres que le diga!? - También susurró.

- No lo sé, solo hazlo. - Empujó a su menor para que de acercara a Jimin.

- H-hola... - Habló con nervios, pues no sabía la reacción que tendría el contrario. No era el mejor sacando conversación y menos con aquel rubio. - Soy Y-yoongi...

El rubio nuevamente levantó la mirada y al ver al pelimenta sus ojitos grises brillaron. Miró a Hoseok con una gran sonrisa y sus mejillas se volvieron de un color rosado, cosa que Yoon no notó pero el enfermero por poco estaba tirado en el piso, chillando.

El rubio no hablaba, cosa que le resultó extraño y algo molesto para el pálido, pero lo dejó pasar. Luego de unos minutos de Hoseok explicando lo que pasaría ese día, Jimin se levantó de su cama y corrió como un niño pequeño hacia su escritorio. Removió un par de cosas, luego se dirigió a Yoongi para tomarle de la mano y hacer que se siente a su lado en el escritorio.

Comenzó a dibujar con trazos finos y delicados, de vez en cuando se le iba la mano pero poco le importaba. Poco a poco el dibujo iba tomando la forma de un pequeño pollito amarillo junto a un gatito color blanco con pequeñas manchas... ¿verdes?

- ¿Por qué es verde? - Preguntó Yoongi confundido.

Las pequeñas manos del rubio subieron hasta sus hebras color menta acariciandolas, dándole a entender que era su color de pelo.

- ¿Soy yo? - El pequeño asintió. El pálido rodeó los ojos, realmente le estaba pareciendo ridículo y ya quería volver a su habitación, pero luego el rostro demacrado de Hoseok apareció en su mente haciendo que dejara ese pensamiento de lado.

Note: disculpen mi tardanza en actualizar

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Note: disculpen mi tardanza en actualizar. Disfruten de la pequeña interacción de estos dos adolescentes. A veces creo que Yoongi es algo duro con el pequeño Jimin.

Ꮺ ! 𝗽𝗮𝗿𝗮𝗹𝘦𝘭𝘰 ☔( 𝘺Ծ𝘰𝘯𝘮𝘪𝘯 ) .Donde viven las historias. Descúbrelo ahora