花 𝓽𝓱𝓲𝓻𝓽𝔂 🌸

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- Hola, Jimin. - Yoongi entró en la habitación del menor para luego sorprenderse debido al estado de ésta.

Se encontraba todo desordenado, papeles en el suelo, los lápices de colores desordenados, ropa tirada.

- Jimin, ya te he dicho mil veces de no. ¡Las cosas no siempre tienen que ser como tu quieres! - Hoseok se encontraba gritando mientras el rubio estaba tirando todas las cosas que había sobre el escritorio.

- ¡N-no! - Gritó el menor. - ¡C-chocolate! - Sus gritos eran tan fuerte que lograban aturdir a Yoongi.

- ¿Qué carajos sucede, Hoseok! - Dijo el pálido quien aún estaba tratando de entender todo lo que sucedía.

- ¡Jimin quiere un chocolate porque vio un envoltorio en mi bolsillo, pero no tengo mas! - El pelirrojo se notaba frustrado al borde de las lágrimas de impotencia.

Yoongi se acercó al rubio quien al verlo paró de tirar todo al suelo, se quedó parado en su lugar sin saber que hacer. Bajó la cabeza y así se quedó.

- Jimin, mírame. - Habló el pálido con un tono bastante enojado. El menor no hizo caso y siguió cabizbajo. - Bien, me voy.

Sabía que aquello haría que el menor reaccionara, pues cada vez que Yoongi debía irse, hacía un gran berrinche. Y así fue, Jimin levantó su cabeza y negó rápidamente.

- ¿Entiendes que Hoseok no tiene más chocolates? - Preguntó y el menor asintió suavemente. Se sentía regañado. - Estás haciendo que me enoje mucho, ¿quieres eso?

- N-no... - Hizo un pequeño puchero.

- Bueno, entonces deja de hacer berrinche. Mira como dejaste todo. - Yoongi realmente estaba molesto, odiaba los niños que se portaban de esa manera. - ¡Hoseok está muy cansado como para que te comportes así, Jimin! - Gritó y ésta vez se pasó de la raya.

Con aquel grito el pequeño se asustó y tapó sus oídos cayendo al suelo. Su respiración comenzó a acelerarse a la vez que sus manos temblaban muy fuerte, su corazón parecía que pronto saldría de su lugar y comenzó a sentir una opresión en su pecho.

Yoongi se dio cuenta de lo que hizo, pero al estar tan enojado solo rodeó los ojos y se dirigió a la camilla para tomar una pequeña siesta en lo que Jimin se calmaba.

- Luego me encargo del desorden, tu ve a hacer tus cosas. - Dijo el pálido para cerrar los ojos y caer dormido.

Hoseok observó la situación y algo dudoso salió de allí. Confiaba en Yoongi, por lo decidió dejar a Jimin a su cargo. Sus jefes sabían de lo complicado que era lidiar con el rubio a veces, por lo que no tardaron en aceptar al pálido.

Los minutos pasaron y Yoongi despertó algo asustado recordando lo que había hecho y dicho antes de tomar esa pequeña siesta. Abrió sus ojos y su mirada se dirigió a la camilla contraria donde se suponía que estaría Jimin. Pero no era el caso, estaba vacía. Comenzó a desesperarse por lo que se puso de pié para buscar al rubio.

Su vista se nubló cuando vio pequeñas gotas rojas -que al parecer era sangre- esparcidas por todo el piso dejando un pequeño rastro. Su respiración se aceleró pensando lo peor. Siguió aquel camino de gotas hasta llegar al escritorio. Miró debajo de este y allí estaba Jimin.

Tenia los ojos cerrados, parecía que estaba durmiendo. Su bata blanca -la cual pertenecía al uniforme del hospital- tenia grandes manchas de sangre por las mangas. Yoongi dirigió sus manos a estas para levantarlas y poder ver sus brazos. Los tenía completamente rojos, no podía creer la fuerza que había tenido Jimin para lograr aquellos profundos rasguños.

Yoongi se quedó dormido mientras que el pequeño Jimin intentaba controlar sus impulsos recordando las palabras del mayor. Su cuerpo temblaba, se sentía débil y no podía respirar. Su vista se nublaba impidiéndole ver con claridad su habitación.

Ꮺ ! 𝗽𝗮𝗿𝗮𝗹𝘦𝘭𝘰 ☔( 𝘺Ծ𝘰𝘯𝘮𝘪𝘯 ) .Donde viven las historias. Descúbrelo ahora