ASAHI FUTABA - Hatake Kakashi |Naruto|

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Gracias por leer.
Espero que les guste.

Aprovecho para contarles que voy a empezar una nueva historia sobre shingeki, basado en un romance con nuestro querido Levi  (y por ahí haya algo de Eren, claro que si). Ya subí el prólogo de la historia y si gustan pueden pasar a mi perfil y buscarla se llama "CHAISA", si no disculpen mi arrebato, sigan leyendo. Fin del espacio publicitario.

Sangre pura.

Mas de una vez, a decir verdad muchas veces, cientas, Futaba intento conseguir una reunión con el Hokage para hablar sobre un tema demasiado importante a su sentir: el legado del cuarto Hokage, el hijo de Minato y Kushina, Naruto.

Tantas veces como ella se acerco a Sarutobi, mismas veces fue corrida. Intento hablar con su padre para que pudiera mover alguna pieza, no funciono. Incluso quiso concebir un encuentro con el consejo de la aldea, nada. Absolutamente nada funcionaba y Naruto ya a esa altura estaba creciendo a pasos agigantados.

Aborrecía que los de alto mando impongan prácticamente que el niño crezca solo a su merced, apenas teniendo la atención necesaria en su bienestar. Cuando fue un recién nacido Kaiyo se ofreció a criarlo hasta que tenga la suficiente capacidad para valerse por si mismo, se lo negaron. Escalofríos le recorrían en el cuerpo al pensar quien fue que crío a ese niño en sus primeros años, absolutamente nadie sabía. Junto a Kaiyo, Futaba movió algunos contactos que le llevaron a saber que el pequeño con cuatro años recién cumplidos vive solo en alguna casa de la aldea, casa que Futaba no dudo en conseguir dónde se ubicaba.

"No entiendo por qué quieres esta información" le dijo Kento tendiéndole unos papeles dentro de un sobre marrón "Pero, acá, tienes incluso el tipo sanguíneo de la cría"

Tomando los papeles Futaba sonrió de oreja a oreja deslumbrando al rubio delante de ella. 

"¿Sabes que eres el mejor?" aquellas palabras iluminaron el semblante del chico. 

"Ya era hora que te dieras cuenta" 

Futaba con la sonrisa aun adornando su rostro guarda los papeles en su bolso, para luego ponerse a sacar los artilugios de su uniforme al recién haber llegado de una misión.

"¿Puedo saber que es lo que quieres con ese niño?" cuestiono el rubio sentándose en un banco para acomodar los zapatos dentro del pantalón del traje.

"No lo sé"

Y era verdad. ¿Qué se suponía que debía hacer ahora? ¿Acercarse y decirle que es amiga de sus padres? No, hablar de sus padres le traería muchos problemas. Por mucho que quisiera hacerlo ese tema era secreto de estado. Un grabe error que había hecho fue pedirle esa ayuda a su padre porque este termino advirtiendo con un sermón de cómo podría perjudicarle si llegara a meterse en donde no la llaman seria perjudicial incluso para su Clan. 

"Eres rara Taba-chan" el rubio estira sus brazos haciendo sonar su espalda, Futaba ya estaba harta de decirle lo daniño que era hacer aquello "¿Hoy podemos tener una cita? Después de conseguirte esos papeles creo que me lo merezco"

"¿No te rendirás verdad?" ella lo cuestiona quitando la liga de su pelo haciendo que este caiga en cascada en su espalda hasta su cintura, acción que hizo quedarse como bobo por unos momentos al rubio. 

"Tengo la esperanza de que algún día uses mi hombro para llorar cuando dejes al Uchiha" se encoge de hombros despreocupado.

Ignorando lo dicho por el chico Futaba se cruza de brazos y se apoyo en el loker.