Especial: sentirse amado.

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⚠️[+18] contenido sexual.



Sentirse amado.

La central anbu ese día estaba atestado de gente, varios escuadrones habían salido a hacerse cargo de misiones ligeras para volver pronto a la aldea, otros ya habían regresado y habían tenido la respectiva reunión con el Hokage y quien es el líder de la facción para tener al tanto a todos sus miembros de cómo le estaba yendo en tanto misiones y otras cuestiones. Al ser varios los escuadrones tuvieron que hacer más de una reuniones, puesto que no podían descuidar sus puestos de vigilancia o alguna misión de suma importancia.

El escuadrón de Suzuki ya había terminado de escuchar todo lo que le tenían que decir, en realidad sólo Eiji y en parte el mismo capitán pero en cuanto a Futaba, Kento y los otros miembros, sí le pidieran que les dieran un resumen de lo dicho sus cabezas comenzarían a sacar humo.

—Escuchen, ustedes, mocosos Asahis —el hombre mayor les retuvo a los tres jóvenes que estaban por irse de la sala.

Los tres que se apellidaban de esa forma se acercaron a su capitán mostrando el cansancio que tenían, habían estado toda la mañana y tarde de misión y volver de casi madrugada para escuchar por casi tres horas a viejos no le hacía gracia.

—Me dijeron que ya es hora que se hagan el tatuaje anbu, lo postergaron ya demasiado, no es solo para distinguirlos sino por el sello que lleva el tatuaje de mierda —informo el hombre rascándose la cabeza para luego hacer tronar su cuello.

Kento se alarmó poniendo sus pelos de puntas.
—¡¿Que?! Isamu-sama dijo que no era necesario, me niego a que me lo hagan, no quiero una maldita aguja en mi piel.

—Que mocoso llorón, esta maldita cosa no duele. Ya me habían dicho que lo atrasaban por ti y tus miedos a las estúpidas agujas.

—Bueno, a mi tampoco me da mucha gracia tener eso tatuado en mi brazo. Dicen que queda hasta después de que uno se vaya de anbu.

—Bah, tu mocosa tonta y tus cositas de niña linda. No me molesten, vayan a hacerse al segundo piso el maldito sello después tengo a los directivos respirandome la nuca a ver si ya se hicieron o no. Además, Isamu dio el visto bueno. La maldita marca no solo sirve para distinguirnos entre nosotros sino que también ante un caso de emergencia y estamos a punto de morir, se activa para localizar al escuadrón más cerca y a la torre del Hokage.

—No quiero —se negó rotundamente el rubio.

—No estoy preguntando si quieren o no pedazo de mierdita. Mañana los quiero con el maldito tatuaje en sus brazos porque sino no se sumarán a la misión y además les sumaré un informe por desobedecer.

Futaba rodó los ojos al ver como su capitán se lo tomaba tan en serio. Eiji sin decir nada, suspiró y se dirigió hacia el segundo piso de la central anbu. Kento comenzo a hiperventilar, mientras con una mano se abanicaba la cara, Futaba lo tomó de su mano libre y siguió a su otro compañero. No quedaba de otra debía arruinarse la piel con un tatuaje horrible que no había pedido, por lo menor si fuera bonito no tendría de qué quejarse.

Mientras caminaban detrás del pelilargo, Kento no paraba de quejarse y exagerar diciendo todo lo que le iba a doler.

—¿Y si se me pudre el brazo y se me cae? —dijo haciendo reír a Futaba.

Estaba tan abrumado con el hecho de ser tatuado que ni siquiera se daba cuenta de que la chica lo llevaba entrelazando sus dedos a rastras.
De vez en cuando pasaban por el lado de un reconocido compañero y lo saludaban, el que más lo hacía era Eiji.

ASAHI FUTABA - Hatake Kakashi |Naruto|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora