ASAHI FUTABA - Hatake Kakashi |Naruto|

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Pakkun.

La cena ya se había enfriado en su plato hace rato. Su abuela le había dejado preparado una deliciosa y humeante sopa de miso, con algunos onigiri de arroz que se veían exquisitos. Pero aunque la pequeña Asahi piensa ello, no puede probar bocado alguno. No le gusta comer en soledad, lo detesta, y mayormente era así desde que su abuela se queda en el hospital de Konoha ayudando a las nuevas internas.

No se había dado cuenta que tan sola estaba hasta que su abuela comenzó a soltarla a medida que va creciendo. Tiene siete años, eso es suficiente al parecer para ser responsable de si misma. Sabia que su obaa-san la ama con toda su alma y posiblemente, que si, es la persona que mas adora, pero no puede evitar sentirse sola y apartada. Nota que vergonzosamente es dependiente de su abuela.

Últimamente, aunque trata de evitarlo con todas sus fuerzas, no puede evitar pensar que se sentiría cenar con su padre, irse a dormir deseándole buenas noches, que la arrope y que le de un beso en su frente antes de irse. Envidia a Takeshi, se pregunta si cuando él era niño su padre era así. Quiere la relacion con su padre que todos los libros relata, quiere que su padre la reconozca y le diga que es su niña, pero se siente bastante lejos de ello.

Otra noche mas, Futaba deja su cena y se va a dormir, sin probar bocado. Le consolaba saber que el próximo día la pasaría entrenando con su querido Shisui y seguro le haría sentir mejor, como siempre.

Le consuela, un poco, el saber que no solo tiene a su obaa-san y a Takeshi, además tiene a su fantástico mejor amigo Obito y a su pequeño amigo Shisui. Realmente no está sola, entonces, ¿Por qué s siente así?

A veces creía que los dos Uchiha le sacan tantas risas que le es suficiente para llenar el vacío que le causa su padre. Son cuatro personas, no muchas, pero las ama a cada una de ellas, tanto como para saber si algún día le faltaran no sabría que hacer.

La niña se exalta cuando esta de camino a la habitación en el pasillo oscuro y un ruido se escucha desde la cocina. Varios ruidos provienen de alli, se supone que debería de estar toda la casa silenciosa, como siempre ¿Quién era? Su obaasan no volvía hasta el siguiente día.

Tal vez es el viejo de la bolsa que menciono Obito-kun aquel día que no le convide dangos. Pensó la niña.

Negó rápidamente, esas cosas no existen. Ella no es como su amigo, no se orinaría al pensar en ello. Es una niña valiente, ella seria nombrada la mejor kunoichi de Konoha. No podía sentir miedo por una pequeñez.

Decidida, apretando los puños a los costados de su cuerpo, va hacia la cocina nuevamente. No tendría piedad en atacar a quien fuera que interrumpe en su casa sin permiso, claro, orgullosamente usaría el Suiton que tanto habia estado perfeccionando con Shisui-kun y su obaa-san si requiriera.

Llega rápidamente a la cocina y comenzó a hacer sus posiciones de mano, aunque, cerraba sus ojos temblando un poco sin ver de quien se trataba, era la primera vez que se enfrentaba a alguien.

"Espera niña, espe-"

Suelta un potente chorro de agua impacto tan fuerte en el intruso que hace que este salga volando con toda la comida que este pretendía comer y Futaba habia dejado. Hasta la mesa se da vuelta estrellando contra la pared, así volando también el contenido sobre ella y todo a su alrededor. Al intruso se le quedando vuelta los ojos, estando despatarrado contra una de las paredes de la cocina, no entiende como es que una niña ordinaria puede crear semejante impacto.