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El tiempo pasa.


Futaba posa cuidadosamente sus manos sobre el torso del hombre que se encuentra frente a ella recostado en la camilla, de estas expande un chakra verde que de apoco va sanando la herida del paciente. El hombre mira de reojo a la niña sabiendo de quién se trata. Gruñe para si mismo ¿Por qué de todas las enfermeras que hay en el hospital justo ella le tiene que atender? Por parte de la jovencita, no toma en cuenta los constantes chisteos o gruñidos del otro, realmente no le da lo mismo.

La mayoría de las personas que atendia podían reconocerla y cuando lo hacían su conducta cambiaba a una asqueada y trataban alejarse de ella. Sin embargo, los individuos no se negaban a que los curara o los ayude con sus heridas, irónico.

"Tks. Demonio" el hombre dice por lo bajo volteando su cara. Pero rápidamente siente un escalofrío en todo su torso, su vista vuelve a Futaba encontrando que está tiene una escalofriante sonrisita de costado. La vista de la niña se levanta de la herida y lo mira, esos ojos rubí hacen que quiera gritar, pero no puede ¿Por qué no puede? Si su boca se está moviendo y no sale nada de ella.

¿Un genjutsu? No, no era eso.

"¿Ya terminaste cariño? Hay un paciente que quiero que atiendas" Kaiyo aparece abriendo la cortina blanca que separaba del otro sector en donde se atendían más pacientes.

"Si, no era una herida tan profunda. Sólo tiene que pasar desinfectante para que no se termine pudriendo" responde con sequedad mirando aún al hombre pero volviendo a sus negros profundos.

"Perfecto" su nieta asiente alejandose de la camilla "Puede venir que le vamos a dar unas medicinas para tratar la herida, tendrá que venir para un nuevo chequeo"

Con movimientos torpes, el hombre se para de la camilla, esquiva la mirada de la niña. Y sin siquiera un gracias sale del lugar.

Futaba rueda sus ojos y mira a su abuela.

"¿A quien quieres que atienda?" pregunta desganada "Otoo-san nos pidió que estemos antes del atardecer en el campo de entrenamiento"

La mujer se cruza de brazos, su hijo en verdad esta siendo una molestia, no puede explotar de aquella forma a su nieta. Todavía no entiende por qué de un momento a otro se interesaba en entrenarla. Kaiyo sabe que se tratan de los antiguos entrenamientos que el Clan tiene prohibidos desde tiempo atrás y no decía nada, pero detesta que Futaba termine hecha polvo sin querer pasar un rato con ella.

"Ahora lo hago pasar" toca la cabeza de su nieta y revuelve su cabello "Tomate tu tiempo en atenderlo, cualquier cosa hablaré con tu padre. También eres importante que estés aquí ayudándome, me eres de mucha ayuda"

ASAHI FUTABA - Hatake Kakashi |Naruto|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora