ASAHI FUTABA - Hatake Kakashi |Naruto|

049

Solo porque no me correspondas no significa que te deje de amar.

—Pero Shisui, debes volver a tu trabajo —ella dijo riendo mientras en chico corría agarrándola de la mano haciendo que también lo haga —Te van a amonestar. Eres el capitán, debes dar el ejemplo —se burló.

El enrulado la miro desde su hombro y le sonrío mostrando sus dientes.
—Realmente no me importa yo quiero pasar un momento con mi chica.

Futaba no pudo evitar sonrojarse no solo por las palabras sino también al verlo más bonito de lo común con aquella sonrisa que valga lo cursi pero le iluminaba sus días.

Sintió como la tomó de la cintura y la aprisionó con su cuerpo contra un árbol sin dejarla decir ni una sola vocal la agarró de sus mejillas y junto sus labios, Futaba no se negó, más bien aflojo su cuerpo y sus labios siguieron los suyos como si estuviera a su merced.

La mano femenina tironeo de los mechones que nacían de su nuca. Shisui bajo sus besos hasta el cuello de ella arrancándole suspiros y alguno que otro gemido. Tomándola desde abajo de su pollera agarró uno de sus muslos y lo llevo hasta la altura de su cadera. La corteza del árbol en la espalda de la chica molestaba pero mucho mejor era lo que él le hacía sentir, asi que por eso no se quejaba.

—¿Que es lo que te hace comportarte así?
Logró preguntar con su respiración acelerada.

—Celos, malditos celos.

Shisui parando sus insistentes y ardidas acciones junto sus frentes, su novia río bajito al ver que estaba igual que ella de agitado por el pequeño encuentro anterior.

—¿De quién se puede estar celoso? —le corrió un mechón de su cabello que estaba en su frente.

El Uchiha abrió sus ojos y la miro con aquel negro  intensó que la llevaba a hundirse y perderse en el.
—Si no estás con ANBU, estas con Naruto, Kento pocas veces te deja sola y para sumar, tu padre parece que últimamente quiere tener toda tu atención. Estoy malditamente celoso.

Futaba trato de evitarlo pero de sus labios salió una risita contagiosa que llevo al enrulado a reírse con ella, realmente parecía un niño pidiendo que lo miren.

—Ay, mi Shisui —beso su mejilla y luego su nariz, para terminar en un casto beso en sus labios.

—Lo siento, soy un tonto.

—Bueno, me gusta este tonto. Me gusta mucho, tanto que me enamoro.

El chico mostró una sonrisa amplia satisfecho por la respuesta de su chica. Dejo varios besos juguetones por toda la cara femenina haciendola reír fuerte. Amaba esa risa, realmente la amaba si pudiera inmortalizar un momento y llevarselo para siempre con él sería ese justo momento cuando las mejillas de su novia se sonrojan y sus labios se abren para dejar salir ese maravilloso sonido que todos llaman risa.

—¿Por qué vinimos al bosque? Sabes que estás cosas las podemos hacer en cualquiera de nuestras casas —ella se acercó hasta sus labios y susurró —Incluso me puedes llamar y lo podemos hacer en su oficina capitán, como aquella vez —mordio suavemente el labio inferior del masculino y se alejó apoyando su cabeza en el árbol dejando relucir una sonrisita.

—A veces hay que variar. No quiero que te aburras de mi —respondió tomando un tono seductor que hizo reír a la pelinegra, mientras las yemas de los dedos del chico jugueteaban con el collar con la gema escarlata en su cuello —No hay persona que le pueda quedar mejor este collar. Definitivamente fue hecho para estar en tu cuello.