7- Barcelona

4.1K 131 38
                                    

Pedri

    Los días fueron pasando, el inicio de liga fue genial. Eric se estrenó como defensa y yo me mantuve en mi línea. La verdad es que somos un gran equipo y queremos demostrar que aunque vengan malas rachas, sabremos salir airosos de ellas.

    En cuanto a Keira, me sorprendió mucho verla como fotógrafa del club. Sacando fotos a diestro y siniestro. Cuando no estaba en el campo, la podías encontrar en su despacho editando y haciendo montajes para las redes. Se la veía feliz, se nota que es lo que le gusta hacer. Entre nosotros existía una relación estrictamente profesional y no era porque yo no hubiera intentado acercarme a ella, invitarla a un café... Es que me evita. El único con el que la puedes ver algo más suelta es con Riqui. Suelen irse juntos después del trabajo y yo no puedo evitar morirme de celos cuando la veo reírse con las tonterías del otro o abrazarlo en los descansos.

    Eric tampoco sabe mucho de ella, dice que discutieron y tuvo un ataque de ansiedad. Se siente culpable por lo que pasó, pero según él cada vez que intenta sacar el tema y disculparse, Kei pone una excusa o desaparece del lugar.

    El entrenamiento de hoy ha sido agotador  y me ha dejado exhausto. Eric me ha traído a casa y me ha dicho que me llamaría si hay alguna novedad. Me encuentro tirado en el sofá esperando a Pau que me ha llamado diciendo que está terminando de redactar unas noticias urgentes sobre nuevos fichajes y que llegará a casa más tarde. Pau es periodista y trabaja en la sección de deportes de un periódico muy famoso a nivel nacional. Adora su trabajo, pero creo que a veces abusan de su compromiso.

    A eso de las diez recibí un mensaje de Eric y Pau, estaban cenando juntos y me estaban invitando, yo decliné su oferta, ya era hora de que esos dos pasaran un tiempo a solas.

–——

Keira

    Me siento fatal por la manera en la que exploté contra mi hermano sin que él tuviera la culpa de nada. Tenía razón, no puedo jugar a dos bandas, no soy quién para dañar los sentimientos de nadie, así que hablé con Riqui y le expliqué que solo quiero ser su amiga y que pierdo la cabeza por el canario. Por suerte lo entendió y dijo que ya lo sabía, que había visto nuestras miradas.

    En cuanto a Pedri, no puedo mirarle a la cara porque me da vergüenza recordar que él estuvo para mí aquella noche cuando más lo necesitaba y que yo no supe gestionarlo como debería. Mañana cuando lo vea intentaré hablar con él. Ojalá me deje explicarme y podamos ser siquiera amigos. Recordé lo que dijo en la piscina cuando estaba apunto de dormirme y un ápice de esperanza apareció en el fondo de mi corazón. Más tarde, recordé lo dolido que me dijo Eric que se había marchado más el enfado que debe tener por evitarle estos días y se me pasó.

    Eric acaba de llegar y ha ido directo a la ducha, yo fui detrás de él.

- ¡Eric! —entré de golpe sin llamar tapándome los ojos. Lo que menos quería en ese momento era ver a mi hermano desnudo.

Lo sentí escurrirse en la ducha y darse un buen porrazo que resonó por toda la casa.

- ¡Eric! ¿estás bien? —corrí a ayudarle y cuando abrí la ducha, lo encontré tendido mientras se frotaba la nuca con una mueca de dolor.

- Diablos, Keira, cierra los ojos. —los cerré de inmediato, pero la verdad es que ya lo había visto todo.— ¿Se te ha olvidado el concepto de intimidad o qué?

- ¿Pero qué guardas ahí? —traté de picarlo.

- ¿Qué quieres? —a él no le hizo mucha gracia mi comentario.

La chica de las Converse |Pedri González|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora