4- ¿Amigos?

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Keira

Las horas se me pasaron volando en el interior de mi habitación. No podía dormir, mi cabeza no paraba de dar vueltas y mi corazón estaba totalmente desbocado, así que cuando dejé de oír ruidos en el salón, decidí salir al jardín a tomar un poco el aire. Me recogí el pelo en una mini coleta y me quité la sudadera. Me puse la parte de arriba de un bikini y unos pantalones cortos. Esta noche estaba siendo demasiado calurosa para mi gusto.

Al pasar por el salón, me encontré a los tres chicos durmiendo y la estampa me pareció adorable. Les apagué la televisión y me fijé en que estaban sudorosos. Puse el aire acondicionado y me apresuré a salir al jardín.

Al salir, la noche me envolvió y me apeteció sentarme en el borde de la piscina. No estoy segura de cuánto tiempo permanecí ahí. De lo que sí estoy segura es que no me esperaba lo que iba a ocurrir a continuación. Se oyeron pasos firmes detrás de mí, como si la persona quisiera advertirme de su presencia. Yo sabía que Pedri estaba detrás de mí. Esta vez no iba a salir huyendo. Tal vez, pudiéramos llegar a hablar el uno con el otro sin sentirnos incómodos.

- ¿Qué haces aquí? -yo solté la primera bala.

- ¿Te das cuenta de que podría hacerte la misma pregunta? -contestó él. Yo intuía que estaba sonriendo.

- Esta es mi casa, no tengo porqué darte explicaciones. -lo sentí suspirar y sentarse a un metro de mí.

Nos quedamos en silencio y yo desvié mi mirada hacia el cielo, estaba estrellado y eso me gusta.

- Keira... Sé que tú y yo no hemos empezado con buen pie. Te prometo que yo no soy nada de lo que dicen por ahí. Puedo demostrarlo, si me dejas...

Entonces nuestros ojos se conectaron y yo me perdí en su mirada. No nos atrevimos a movernos por un rato. Sin embargo, nuestras manos luchaban por estar juntas. Entonces, lo sentí hablar.

- Oye, ¿puedo hacerte una pregunta? -Pedri me miraba, esperando una respuesta. Mientras, me acariciaba la mano con la punta de los dedos, como una señal de apoyo que no necesitaba, y yo sólo asentí.
-¿Está todo bien? Quiero decir, desde que te vi por primera vez, en el parque, noté que algo pasaba contigo. Tus ojos reflejan tristeza y dolor, no tienen brillo.

Esa es probablemente la última pregunta que me esperaba por su parte. Me sentó como si me cayera un balde de agua fría y no pude evitar que mis ojos se cristalizasen. Aparté la mirada para que no viera como una lágrima traviesa se deslizaba por la mejilla y moví un poco los pies en el agua. Solté un gran suspiro y me encogí de hombros.

- Sí, supongo, no lo sé. - Cerré los ojos y puse todo mi empeño en tratar de sonreír. Este esfuerzo fue nulo, pues la sonrisa rápidamente se transformó en lágrimas que brotaban de mis ojos.

- Ey, ey, tranquila, pase lo que pase estará bien, te lo prometo, todo se arreglará, poco a poco. -lo sentí acercarse a mí lentamente y cuando vio que yo no hice ningún amago de apartarme, me abrazó.
- No hace falta que me cuentes lo que está pasando, solo te pido que si alguna vez necesitas algo, confíes en mí. Haría cualquier cosa para ayudarte, Keira. Pero, no te sientas presionada, quiero que te tomes el tiempo necesario. -asentí sin mirarle.

Esas palabras me hicieron sentir cómoda y creer que aún quedan personas buenas, de aquellas que no juzgan sin saber e intentan ayudar sin recibir nada a cambio.

Una vez más tranquila, me separé de su abrazo y entonces sí que me sentí expuesta. Tenía los ojos del chico puestos en mí, en mis cicatrices y moratones, pero no había lástima en ellos. Aquello era...no sé lo que era. Simplemente le veía a él, puro y transparente. Y yo simplemente era yo con más sombras que luces, pero siempre brillando (o eso decía Eric cuando me veía de bajón, es un romántico, no puede negarlo). Empecé a reírme a carcajadas y pronto la risa del canario junto a la mía lo inundaron todo.

- Pensaba que estábamos enmedio de un momento íntimo. -dijo el canario sin dejar de sonreír.

- Lo estábamos, pero a raíz de como me estabas mirando me he acordado de algo que Eric dice cuando estoy de bajón.

- Vamos, ¿qué es eso tan gracioso que dice Eric como para habernos interrumpido?

- No es gracioso, es que Eric es un romántico aunque no quiera admitirlo. Su frase es que a pesar de tener más sombras que luces siempre estoy brillando.

- No puedo estar más de acuerdo con tu hermano. -asentí y me metí dentro del agua. Pedri me miraba atónito y yo no podía dejar de reír
-¿Pero qué haces, loca? Son las tres de la mañana, no creo que sea la hora de darte un baño.

- Vamos, abuelo, métete, el agua está buenísima. -solté mi cabello y me sumergí.

- No voy a entrar ahí, estás como una regadera.

Entonces salí del agua y me acerqué a él.

- Me dijiste que harías cualquier cosa para ayudarme. Esta noche es esto lo que necesito, dejarme llevar. Y que tú lo hagas también. -mis palabras llenas de súplica.

Parece que mis palabras surgieron efecto, pues, en el momento, Pedri se estaba deshaciendo de su camiseta y tirándose al agua. Yo fui inmediatamente detrás.

- Por cierto... -se acercó nadando a mí.- no vuelvas a llamarme abuelo que tenemos la misma edad

- ¿O si no qué?-le reté.

- No quieras saberlo. -ya no había contención en sus palabras. Todo él era pura picardía y ganas de retarme.

- Claro que quiero. -mis palabras fueron firmes. No recibí ninguna respuesta, porque de un momento a otro, el canario me había declarado una guerra de agua.

Estuvimos jugando en el agua como niños un buen rato, hasta que a mí me dio frío y le obligué a salirse conmigo. Nos cubrimos ambos con una toalla y nos acurrucamos en el césped para ver las estrellas que pronto desaparecerían para dar lugar al alba.

-Entonces, ¿amigos? -dije yo mientras me incorporaba para mirarle y después apoyarme en su pecho.

- Amigos. -me acarició suavemente el cabello y yo cerré los ojos.

No sé si esto fue real o solo fue un producto de mi imaginación ya demasiado cansada, pero le escuché susurrar.

Keira, sabes de sobra que tú y yo no podemos ser sólo amigos.

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Hola!!

Me ha encantado escribir este capítulo, su primera toma de contacto sin que la tensión se corte con un cuchillo.

Sólo amigos.

Nos vemos en el próximo capítulo.

Me contáis que os ha parecido??

Muchas gracias por leer❤️



La chica de las Converse |Pedri González|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora