El consejo IV

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Escuchaba mi corazón golpear fuertemente mi pecho al igual que mis tímpanos, el nudo de mi garganta me dificultaba pasar la saliva.

¿Define como te sientes? - diría mi psicólogo

Aflicción, pesadumbre, abatido.

La imagen se repetía tortuosamente en mi mente más de las veces necesarias y para mi desgracia aún estaba en mi nariz el desagradable aroma a melocotones pero sincerándome conmigo mismo la bonita pelinegra era muy bonita, sus grandes ojos verdes eran luminosos, su sonrisa blanca y natural, se nota que nunca había utilizado frenillos ni brackets, su delgadez y cutis completamente limpio, la omega con aroma a duraznos era una buena candidata para ser la perfecta novia de un Alfa con Taehyung, lo que más me entristecía era que en verdad no podía competir con una omega así y tampoco quería hacerlo, me llevó tantos años comprender que yo no era el problema, que no era menos que nadie, que la gente no podía pisotearme como quisiera.

Años lo cuales aprendí a respetarme, cuidarme y amarme a mi mismo. Se suponía que tanto tiempo con el mismo mantra prevalecerían, más la primera vez que lo ví, mis barreras bajaron, mi corazón y mi lobo tomaron el poder dejando a mi cerebro fuera de esto, actuando por impulsos y dejándome llevar por mi yo pasional. Era tremendamente sensible, tenía inseguridades, miedos y no debí dejarme amedrentar por alguien más no podía permitir que me faltarán el respeto en frente a mis ojos justo cuando empezaba a abrirme y entregarme plenamente.

Por respeto y amor a mi mismo, era esta decisión, lo miré a los ojos.

Por que me amaba no podía soportar un corazón roto nuevamente por la misma persona.

Por que ahora no era el mismo niño con miedos el cual consolaba sin que sus amigos lo vieran.

Por que merecía algo verdadero, algo intenso, un amor que prevalezca.

- Por favor, Jungkook - me susurró - Solo una vez más. -

¿Debería darle una oportunidad?

Mi lobo herido gruñó a la defensiva y me encolericé recordando. 

- Yo Jeon Jungkook, rechazo este compromiso y rechazo a Kim Taehyung como mi Alfa - Solté tratando de mantenerme firme  - Desde ahora el compromiso esta roto, no tiene validez. - susurré, el nudo en la garganta cerraba el paso a las palabras.

Vi a el que fue mi alfa apretar la quijada para luego suavizar la expresión.

supongo que le alivia, ahora podrá estar con quien quiera - pensé

- Por el poder que me es concedido, rompo el compromiso entre el Clan Kim y el Clan Jeon. - Resonó nuevamente el mallete de mi madre contra la madera.

Mi lobo bajo las orejas melancólico por la perdida de su compañero y yo sentía un hueco en el estomago y las ganas de vomitar era intensas.

Sabía que era la decisión correcta, no podía amarrar a Taehyung a alguien que no amaba y yo no podía tener tan poco amor propio para aceptar tal cosa. Sentado al lado de mi padre, escuché a mi madre volver a llamar al estrado al ultimo par de familias.

- Proseguiremos, Clan Min y Clan Park. - aclaró su garganta - ¿Algo que decir por su repentina aparición? hasta donde se este par de jovencitos, no tienen intención de casarse. - Ojeo la hoja - Según lo que leo y me informan, el joven Min no se involucra con omegas, solo con Betas y Alfas de menor rango, como el joven Park que solo mantiene contacto con los Betas y Omegas, al parecer fueron vistos de la mano y como saben nada se le pasa a los del consejo y al igual que Kim y Jeon, nos comentaron que los vieron ingresando al Royal Sinners, como sabrán no tenemos y deseamos inmiscuirnos en sus asuntos, más dado que los escándalos fueron de la elite mayor, no hay como no involucrarnos. - terminó la presidenta - ¿Algo que decir jóvenes? - insistió 

La Maldita Elite - TaeKookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora