Lobo interno

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Taehyung

Él y yo jugábamos transformados en el extenso pasto de los prados Kim, un gran lobo de pelos negro con ojos de color rubí me miraba con intensidad mientras me lamía las orejas, ronronee para él mientras me tiraba de panza en el pasto, el lobo pelinegro se separo un poco de mí y solté un pequeño gruñido de insatisfacción.

Alfa 

Su hocico se acerco lentamente al mio y dejo una suave lamida con su áspera lengua, agité mi cola de la felicidad. El contrario se separo de mí para llevar su cabeza hacía mi vientre y olfateo y se acomodo sobre él.

Me removí en la cama buscando el calor de Taehyung, la cama se sentía fría, mi omega chillo y abrí mis ojos alarmado. ¿Que estaba pasando?

Mi ojos cayeron a mi desnudez y mi poca conciencia hizo llegar imágenes a mi mente mientras los colores subían hacia mi rostro, tomé mi ropa rápidamente y me la puse rápidamente, mi aroma aún era demasiado fuerte y el dolor punzante en mi vientre bajo parecía aumentar con los segundos.

Alfa, nuestro alfa. Lo lastiman. - chilló mi omega lloriqueando

¿Qué?

Después de unos segundos procesando la información dada y ví el pantalón de mi Alfa en el suelo, me apresure a salir de la habitación con dicha prenda en las manos, más mi rostro choco contra una maciza pared, gruñí mientras sobaba mi nariz.

- No puede salir de la habitación joven Jeon - dijeron ambos guardias

¿Discúlpame? 

- ¿Qué?, salté de mi camino - gruñí

- Son ordenes de la Luna Yoo - explicó el beta mientras el Alfa a su lado asentía.

- Me vale una mierda quien diera la orden o quien carajo los dejo a mi cuidado - gruñí más fuerte, ya realmente irritado - Se mueven o los quito, elijan -

El Alfa sonrío y mi omega se ofendió.

Nadie va a prohibirme ver a mi alfa

Cerré los ojos suspirando pesado, esto no puede ser cierto.

Abrí mis ojos para toparme con el beta con rostro estoico, mala señal, compañero.

Mis manos se dejaron llevar por mi lobo interior, cuando mi puño fue directo a su nariz mientras soltaba un gruñido gutural, el beta retrocedió unos pasos para luego encararme, ups, se enojó. Me lancé sobre él cuando vi la oportunidad de atacar, dándole una patada en la entrepierna dejándolo en el piso, el alfa a su lado soltó su aroma poniéndome más rabioso aún.

- CALMATE OMEGA - gruñó con su voz de mando y yo quise reír.

Ladeé mi cabeza para observarlo y le patee el tobillo derribándolo al suelo.

- Vuelve a usar tu maldita voz de mando conmigo y te desolló la piel yo mismo - le murmuré mientras mis ojos tintineaban en celeste para luego patearle el rostro.

Maldición, uno nunca quiso ser agresivo pero esta gente no sabe comprender.

Caminé rápidamente entre los pasillos tratando de percibir su olor, desesperado baje a la planta baja y ahí fue cuando lo capté, el aroma a madera inundo mis sentidos y sonreí levemente más fue reemplazada rápidamente por una mueca de furia, sangre, aroma a sangre.

¿Que demonios?

Seguí el angustioso aroma arrugando mi gesto, pensando en que estaría realmente equivocado más los gruñidos y sonidos de metales me desconcentraron, no había nadie en casa, simplemente no encontraba a ningún empleado y por lo visto ya se habían desecho de la ostentosa y absurda decoración, escuché el sollozó lastimero de una omega en especial uno que reconocería en cual lugar, me encaminé hacía la puerta trasera la cual daba al campo abierto y agudicé mis sentidos.

La Maldita Elite - TaeKookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora