La Maldita Elite - TaeKook

¿Decisión correcta?

Nunca fui bueno en las palabras, supongo que la timidez que tuve de joven me hizo actuar más cohibido de la cuenta, aún graduándome de medicina actuaba un poco reacio hacia expresar mis ideales, estaba acostumbrado a que decidieran por mí, no era algo nuevo después de todo, observé un punto fijo dentro de la pared queriendo taladrarla, sé que mamá estaba dolida porque Taehyung trajo el olor de otro omega al compromiso y papá furioso por lo mismo, ¿Debería intervenir? después de todo es mi compromiso, el cual ya se hizo público y para mi mala suerte y la buena del Alfa, solo yo quedaría mal parado en la elite, sé que los únicos omegas que rompían un compromiso ya publico eran los que tenían problemas de fertilidad o económicos, por vergüenza a no poder ser buen omega y claramente ninguno de los dos era el punto aquí, sabía las intenciones de mi madre, quería que yo corrija a Kim que le enseñe a respetarme por eso planeaba "romper el compromiso" por qué era claro que el único cegado por la incomodidad era papá.

Fije mi vista en los Kim, la señora de la casa se encontraba pálida, mirándome con algún dejo de esperanza, el señor estaba tranquilo al parecer toda la altanería paso a segundo plano, los hermanos mayores solo delataban una mirada de recelo y luego tenemos a nada más y nada menos que a mi prometido, fijo mi vista en él, en su movimiento exagerado de manos, su seriedad y su ceño ligeramente fruncido, observo sus ojos y notó que no está controlándose del todo bien.

- No continuaremos con este compromiso – soltó mi padre firmemente – Tú le faltaste el respeto a mi familia, a mi único hijo omega, ¿crees que esto es un juego? –

- Señor Jeon, nunca quise faltar el respeto a su apellido, simplemente fue un error- suspiro – Quiero rectificarme si me lo permite. –

- No, no te lo permito, desde hoy se rompe el compromiso de familias, los Jeon y los Kim nunca estuvieron unidos y así seguirá-

Escuchó a mi madre jadear y tensarse a mi lado, se le salió de las manos como era costumbre, no me hacía falta saber que quería romper a llorar porque no pudo cumplir su tonto capricho, la señora Kim por otro lado, me mira fijo y baja la cabeza en forma de disculpa.

- ¡¡¡¡No puede romper el compromiso así!!!! – Exclamó el Alfa más joven perdiendo en poco autocontrol que le quedaba

- Claro que puedo – sentencio mi padre – que no se te olvide con quien estás hablando. – amenazó

- SeoJoon, estas llevando esto muy lejos – murmuro el mayor de los Kim- No te atrevas a amenazar a mi hijo bajo mi techo porque no dudaré en destrozarte el rostro – Se levantó amenazante

- Quiero verte hacerlo, tu hijo falto a su compromiso. – lo igualo quedando frente a frente.

Noté el aire tenso, no era para menos feromonas por todos lados sabía que la probabilidad que mi padre gane era mínima después de todo ellos eran 4 Alfas, miré a Taehyung y noté sus iris cambiar de color y su respiración agitarse a medida de los segundos, volví mi vista al frente dispuesto a irme de una vez entonces vi a la señora Kim de nuevo, sus ojos cristalizados y su aún mirada de esperanza, ablando mi corazón, se hacía cada vez más pequeña en su lugar y la notaba temblar ligeramente ante los últimos sucesos acontecidos, sin dudar mucho me levanté de mi asiento y me acerque rápidamente a ella para luego envolverla en mis brazos, la sentí mojar mi camisa y temblar ligeramente entre mis brazos, me harté de la situación.

- TODOS SENTADOS – solté firme –

Vi a mi padre salir de su burbuja para mirarme sorprendido, dudo ante mi palabra.

- TAEHYUNG, CALMATE Y SIENTATE, AHORA. – lo miré encolerizado

Lo escuché gruñir para sentarse en el extenso sillón, vi al señor Kim voltear a ver a su hijo con confusión.

- ¡¡¡TODOS SENTADOS, YA!!! – Grité

Ví a mi padre sentarse con duda, a los hermanos mayores bajar sus defensas y tomar asiento al lado del menor.

- ¿Es que no me di a entender señor Kim? – Solté – sentado. A-H-O-R-A – Gruñí

Lentamente volvió a su asiento, soltando un gruñido de desaprobación.

Observe a la señora Kim, aún estaba pálida pero al menos ya no temblaba, la separé de mi delicadamente y me levanté rápidamente y me dirigí hacia la cocina, pedí amablemente unos tranquilizantes y una taza de té, ni bien los tuve en mi alcance agradecí y volví casi corriendo a la sala, el ambiente se podía cortar con un cuchillo, la incomodidad era palpable era obvio y más aún por las hormonas esparcidas en el aire, tomé asiento nuevamente al lado de la señora de la casa y le tendí las pastillas y la taza con una sonrisa cálida.

- Trate de tranquilizarse, creo que debería descansar un poco, debe cuidar su salud – sonreí

- Muchas Gracias Pequeño, lo haré – asintió suavemente 

Me levanto algo irritado por la situación, dispuesto a solucionarla.

- Todos los Alfas, me siguen al segundo piso. – solté – Mamá, quédate con la señora Kim seguramente se le ofrece algo.– Ví a mi madre asentir apenada dado que su jugarreta termino peor de lo pensado.

Caminé recto hacia las escaleras y subí hasta el segundo piso y localicé una habitación abierta, entré seguido de todos los alfas y me arrepentí de inmediato, era la habitación de Taehyung tenía su olor por todos lados, maldición.

- Bien. El compromiso no se romperá. – sentencié y vi que mi padre estaba a punto de recriminar el echo – No quiero trucos, Kim, estamos comprometidos, revuélcate con quien se te dé la gana, no me interesa, al final de todo, no es un matrimonio de amor – Pude notar las miradas me anonadadas los Kim – no necesito tu fidelidad, pero si tu respeto, yo soy tu pareja y ya todos lo saben, no necesito escándalos igual será por mi parte, haré con mi vida lo que se me plazca, no intervengas en mi camino y yo no lo haré en el tuyo, Kim. – Vociferé seriamente, estaba cansado de toda esta ridícula disputa.

- Jungkook, ya hablamos de esto – gruñó-

- Sí y no me interesa tu opinión ya está dicho- aclaré – Por cierto, no quiero más espectáculos de puertos hormonales como hoy, gracias a ustedes irresponsables la señora Kim pudo sufrir de un cuadro de ansiedad. – sentencié –

- ¿Quedo claro, Papá? – asintió con la cabeza ablandando su mirada – Esto va para ustedes también- señale a los Kim - aprendan a controlar sus instintos, pubertos -

Sin más salí de esa habitación antes de perder la conciencia de mis actos por el fuerte olor del tonto Alfa que me causa problemas.

¿Que debería hacer?

¿Tome una decisión incorrecta?

Solo el tiempo me daría la respuesta.