Paso Uno

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Mi pie impactó contra el puerta de en frente y me apresuré a seguir sus pasos, maldita sea.

Moví mi vista por todo el lugar y recorrí el lugar presuroso por encontrarlo, tenía una erección que empezaba a doler y era solo para el, necesitaba su precioso cuerpo y mirar esos ojitos repletos de lagrimas por el placer mientras me suplicaba por más para luego anudarlo, llenarlo de mis cachorros y marcarlo como mío.

Su cabellera azabache no estaba por ningún lado ni la de sus amigos, suspiré rendido, esto va a ser más difícil de lo que pensaba y para mi mala suerte visualicé un vestido rojo tinto en mi parámetro, maldije en voz baja y me volteé listo para huir a no ser por el sonido de tacones tras mío aumenté el ritmo pero no llegó a ser lo suficiente, una pequeña mano me intercepto en mi huida y el aroma a caramelo llegó a mis fosas nasales haciéndome soltar un gruñido exasperado.

Hoy no era mi maldito día.

— Alfa, espera — pidió agitada — ¿Por que te vas? — preguntó

Suspiré para voltear a verla, era bonita, joder que si lo era, muy bonita, por algo fue mi primer amor, mi primer todo pero no sería el ultimo por que ese lugar estaba reservado para el omega de ojos grises, el que voltea mi mundo de cabeza, solo él.

— Me tengo que ir, MinYoung — respondí rápidamente — Mi omega no esta aquí y no tengo nada que hacer aquí —

La vi fruncir el ceño y arañar un poco su palma con sus uñas largas pintadas con una manicura francesa mientras soltaba un aroma algo picante.

— Él no es tu omega — balbuceó bajo — Yo lo soy, solo necesitas darte cuenta, bebé — 

Tragué duro, su rostro y sus ojos expresivos eran mi debilidad en el pasado, sus bonitos pucheros para conseguir lo que quiera y sus ojos expresivos eran mi perdición, ella envuelta con un vestido rojo y un bonito puchero era la perdición del antiguo TaeHyung. Ahora no, yo era para y del azabache de ojos de ciervo herido, su bonita sonrisa de conejo y su alucínate aroma a jazmines que lograba mover todo de mi.

— No, MinYoung, no eres mi omega — gruñí ya cansado de esta situación — JungKook lo es, JungKook es mi omega y mi prometido, me voy a casar con él y anudar cuantas veces sea posible para tener una gran familia — solté con anhelo — Y espero por favor, bonita, que dejes de aparecerte en todas las malditas reuniones por que sinceramente haces que mi bello omega me rehúya por que tengo tu aroma impregnado — 

Sus ojos se cristalizaron y mis manos picaron por correr a abrazarla por estar tan indefensa pero solo era eso, proteger como un Alfa, más no era correcto hacerlo, JungKook merecía esto y mucho más.

— Déjame mostrarte, que si lo soy — hipó — por favor, estuvimos mucho tiempo separados, es por eso amor — señaló con un puchero en los labios y lagrimas en los ojos — Tenemos que unirnos, necesitamos pasar en cama unos días y todo esto se solucionará —

No caigas, humano imbécil por que te juro que salgo y la muerdo.

Relajate fido, todo controlado.

¿A quien le dices fido? Impertinente

— Minnie, enserio necesito que te alejes de mi — pedí con voz suave — Me voy a casar con el omega de mi vida — sonreí — y nadie me lo va impedir — aclaré para carraspear, esta bien, despídete de una puta vez. — Te amé, te juro que lo hice, como a nadie pero no eras para mí, ni yo para ti, nuestro futuro siempre estuvo separado. — suspiré — Eres y serás mi primer amor siempre más no el ultimo, encontrarás a alguien que te complemente, que te ame, que te haga sentir miles de cosas con solo un roce pero linda ese no soy yo — la atraje a mis brazos — No lo soy, nunca lo fui, seamos honestos cariño, tú te acostabas con otros y yo nunca lo quise creer y no, no te lo reclamo, eres libre de hacer lo que quieras, es tu cuerpo, tu vida pero ahora necesito que me des libertad para alcanzar lo que quiero para mi vida, enserio traté de encajar contigo por mucho tiempo, competíamos entre sí, lo nuestro esta lleno de espinas, ahora intento ponerle fin   — dije besando su coronilla para luego apartarla  de mis brazos — JungKook es lo que quiero y necesito, él... Minnie, el es todo, siempre lo fue desde los doce años hasta ahora, lo negué tanto, nunca quise aceptar mis sentimientos hacía él — me lamenté — Pero ahora que lo sé, es mi momento, iré por él, cueste lo que me cueste, no será más un Jeon, si no un Kim. — solté con anhelo nuevamente imaginando la bella escena — Estoy seguro, es mi pasado, mi presente y mi futuro, lo es todo, Minnie y no me arriesgaré a perderlo. —

La omega de orbes oscuros me miró con los ojos lloros y un poco de rímel corrido.

— Kim TaeHyung, te quiero y por que te quiero me iré, por que mereces más que migajas de amor. — susurró — me tengo que ir. —

Sin darme tiempo a responder MinYoung desapareció contra las puertas del gran salón, suspiré, bien, paso uno del plan recuperación.

— Así que si estas enamorado, pensé que mi Alfa mentía — dijo una voz suave, omega, con aroma a vainilla y... ¿café? —

Volteé sobre mi eje para quedarme cara a cara con Park Jimin, el omega de tez clara, estaba con una camisa negra de brillos los cuales acentuaban su figura y su cabello rubio era repasado cada 10 segundos por sus pequeños dedos en símbolo de nerviosismo.

— Lo estoy y este es solo el comienzo. — murmuré con la mirada fija en su cuello

Marca. Omega con marca. 

Quiero lo mismo con mi omega.

Silencio, fido.

Que no me digas así, tarado!

— T-Tú, estas marcado — susurré con los ojos bien abiertos. —

El rubio rápidamente llevó las manos a su cuello cubriéndolo volteando a buscar la pañoleta que yacía en el piso y bufó.

— Si, lo estoy — dijo de mala gana — YoonGi no quiso esperar — sonrió embobado —

— P-Pero no se pue — Fui interrumpido

— Queda una semana para la boda y nadie tiene que saberlo por que si no lo reconsideraran — gruñó — Así que tú, no seas un maldito soplón, cállate el hocico y  todo irá bien — 

Asentí callado, nadie podía enterarse. Recogí la pañoleta y la sacudí sacándole el polvo inexistente para extenderla.

— Al menos no estas embarazado — bromeé esperando una risa.

Pero el omega frente mío enrojeció completamente y su aroma cambió delatando que estaba asustado.

— Esto debe ser una jodida broma — gruñí bajito queriendo arrancarme los cabellos.













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ÁMOOS



La Maldita Elite - TaeKookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora