¿Un plan fallido?

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Mi mente estaba nublada, las sonrisas cómplices entre ellos, como lo miraba, susurraba y sonreía, mi estomago se contrajo ante la vista.

Ví a Taehyung encajar su nariz en su cuello y mi omega chilló con la cabeza baja.

Alfa no nos ama, nunca podremos tener cachorros ni llevar su marca.

Un nudo se instalo en mi garganta y sentí a mi lobo rasguñar mi interior adolorido por las vistas, ví a el bonito omega pararse para luego felicitarme, solté un gruñido bajo sin que nadie me escuchara, su aroma dulzón se combino con el de mi Alfa, madera y manzanas. Lo ví sonreírme  acercándose aún más, retrocedí un poco y alargué mi mueca hacía un lado y arrugué mi nariz por el aroma que lo envolvía, recupere la compostura rápidamente al verlo a los ojos, asentí con una pequeña sonrisa algo chueca.

- Gracias.. -  esperé por su nombre

- Hiroto - sonrío nuevamente alentándome a hablar

- Gracias Hiroto, fue un placer conocerte. - sonreí diplomáticamente - Y yo soy el afortunado mi Alfa es en definitiva el mejor de todos. - solté halagando a mi prometido 

Un gruñido se escucho cerca de nosotros y pude notar que las miradas nos abandonaron por unos segundos.

- Joder!, esto es mejor que una puta novela - chiflaron bajo pero aún así los llegue a oir.

- Debe ser un gran Alfa para estar con alguien de los 5 grandes, me ha encantado conocerte - sonrío 

- Igualmente, espero que haya sido de tu agrado, Hiroto.- Sonreí hacía él.

Déjame salir, le romperé el cuello por quitarnos a nuestro Alfa.

Ignore a mi lobo para despedirme cordialmente con el omega pelinegro y inmediatamente fije mi vista sobre Taehyung.

Necesito a mi Alfa y si no me lo darás tú, lo haré yo.

Un tirón en mi abdomen bajo, me puso ansioso y procedí a despedirme rápidamente, caminé hacia la mansión y traté de buscar con la mirada a mi madre, maldición.

Myung- Joon estaba frente mio viéndome confundido mientras yo por mi parte retorcía mis manos en mi abdomen y sentía que mi abdomen ardía al igual que el resto de mi cuerpo, se acercó rápidamente a mi más logro captar rápidamente lo que estaba sucediendo así que me sonrio.

- Tranquilo Kookie, todo estará bien, si? - Sonrío - Pero me temo que no podré ayudarte yo en este momento, podría dañarte - suspiró - enciérrate en la ultima habitación del segundo piso, en el ala B, buscaré a tu madre para que te ayuda, si cariño? 

Asentí con lagrimas en los ojos y mi prometido mando a una de las chicas de servicio a traer un inhibidor de aroma, me retorcí mucho más y sentí mi entrada lubricarse a medida pasaban los minutos, cuando al fin pude llegar a la habitación indiqué que la señorita saliera y me despoje de el maldito traje blanco, mi entrada pedía gravemente ser llenada como nunca antes.

Me senté en la cama para luego abrir las piernas, acaricié mi entrada suavemente contornearla y solté un largo suspiro lloriqueando por mi alfa, esto era inútil.

Funcionará y por fin tendremos su marca y cachorros.

Tomé la almohada entre mis manos y me senté sobre ella alzando el trasero, me froté con esta continuamente , mis gemidos adoloridos llenaron la habitación, sentía el lubricante resbalarse por mis muslos.

Entonces lo sentí, aroma a madera y volteé rápidamente hacía donde venía el olor.

Estaba en la puerta, allí, por mi. Mi omega chilló al sentir a su alfa cerca y mi entrada se contrajo con anticipación.

La Maldita Elite - TaeKookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora