¿El plan perfecto?

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— Y me fui corriendo por eso los arrastré conmigo — conté masticando la rodaja de pepino que Sam se encargo de poner en mi ojo derecho — Pero deberían agradecerme a ti te salvé de que un Alfa te moliera a golpes — guie mi mirada hacia Jay el cual bufó — Y a ti, perra, de que Jimin te arrancara los cabellos uno por uno —solté mirando su pronunciado puchero —

La aludida se toco los cabellos castaños para gruñir suave y hacer una mueca.

— Es demasiado agresivo, joder — se quejó — Casi me arranca la cabeza con esa arrastrada — 

Jay rio para tirarle una de las botana y luego sentarse en la cama.

— Nena, fuiste una jodida zorra  — burló — Prácticamente luego de lanzarse a sus brazos, le dijiste "Cógeme aquí y ahora, semental" — Recordó — Yo que su chico ya te hubiera mandado a matar por perra, bebé — comentó comiendo una de las papitas con salsa picante y encontrar su copa llena de vino, jugo de naranja y frutas. —

Reí, bueno era un buen punto.

— Estaba ebria! — se justificó — Aparte hasta que no tenga marca, eso no importa, ok? — aclaró — Es que es un puto semental, no me vas a decir que no haz visto como se le remarca el grueso paquete entre sus jeans — dio moviendo las cejas de manera sugestiva —

Hice una mueca de asco — Sam, ¿Qué demonios? — murmuré — Un 10 wons de prudencia, maldición —  solté un suspiro de cansancio — No se que hacer, chicos , siento que voy a perder. — dije con voz baja haciéndome bolita — ¿Debería simplemente soltarlo? —

Vi a el omega de ojos bicolor salir disparado hacía el baño mientras la omega se paraba rápidamente para buscar en el armario, Jay salió rápidamente con el rostro lavado para acercarse a mis cajones y sacar ropa interior, no cualquiera si no la que Sam y el me regalaron cuando estuve en E.E.U.U la ultima vez para luego tomarme del brazo y jalonearme hasta el baño donde puso las bragas de encaje en mis manos.

— Báñate — demandó — Hoy iremos a cambiar todo, no quiero quejas — dijo mientras cerró la puerta en mi cara.

Gire sobre mis pies para caminar hasta la bañera y analicé mis productos de limpieza movidos dejándolos al lado de la bañera la cual estaba llena con el potenciador de aroma, sonreí.

Tal vez, no este tan perdido.

El olor a tinte me hizo arrugar la nariz y fruncí el ceño al voltear a mi lado viendo como mi amiga se tenía de color un rojo-anaranjado el cabello y por otro lado, Jay hacía que me maquillaran, peinaran y depilaran, odio la depilación, lo juro

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El olor a tinte me hizo arrugar la nariz y fruncí el ceño al voltear a mi lado viendo como mi amiga se tenía de color un rojo-anaranjado el cabello y por otro lado, Jay hacía que me maquillaran, peinaran y depilaran, odio la depilación, lo juro.

Seguido de una tortuosa sesión y una omega pelirroja, nos encaminamos a no se donde tomados de los brazos mientras caminábamos por el centro de Seúl, nuestros aromas se combinaban a la perfección como siempre lo hacían, me recordaba a la universidad. Llegamos a una gran tienda y fruncí el ceño cayendo en cuenta de sus intensiones por lo que negué rápidamente más no lo suficiente por que ya estaba siendo arrastrado nuevamente hacía la boutique, maldición.

La Maldita Elite - TaeKookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora