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s t r a t e g y

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s t r a t e g y


—Es terrible lo que le pasó a este país—

—Y como este hay cientos—

—Cuando era niño nos invitaban a cenas y fiestas fantásticas, obviamente no sabía nada de la política de la época, pro recuerdo que era muy hermoso—

—Iré arriba a echar un vistazo, vé que averiguas aquí y vigílalo— Avancé junto a Sam hasta dar con las escaleras de piedra. Llegamos a la parte superior de ese patio interior y recorrimos el lugar.

—Oye niño— el nombrado salió corriendo.

—¿Disculpa, conoces a Donia Madani?—

—Ah... No... Perdón, no— la chica salió junto a tras tres también. Estaban huyendo. —¿Qué mierda?— Sam movió una caja plástica y descubrió la mano roja pintada en ella.

—Ey, ¿Donia Madani?—

—¿Porqué huyen?—

—Espera...—

—Carajo— murmuré. —Disculpa, ¿Conoces a una mujer llamada Dnia Madani?—

—Era refugiada aquí—

—No somos refugiados, porque no hay nada de lo que nos refugiemos, somos gente internacionalmente desplazada, si de algo vale y no confiamos en los extraños—

—Entiendo... sólo, quisiéramos saber dónde está—

—No es nuestro país, pero hemos ayudado a otros, es nuestro trabajo—

—Ya se lo que pasa cuando las personas dicen que nos apoyaran. Nada. El Consejo de Repatriación Global prometió enviar a más profesores, provisiones... eso fue hace seis meses—

—¿Cómo te llamasPuedo llamar a alguien y...—

—Sí, ya sé quiénes son— interrumpió. —Pero no confío en ustedes, disculpen—

—Al menos fue honesto... bajemos, aquí no encontraremos nada—

Sam me siguió el paso.

—Esto parece un callejón sin salida—

—¿Y ahora qué está haciendo?—

—No lo sé...— El Barón volvió con nosotros.

—Lindos niños— dijo.

Miré confundida a Buck.

. . .

—No tengo nada, nadie quiere hablar de Donia—

—Es porque Kali es la única que lucha por ellos y no se equivoca—

—¿A qué te refieres?—

STRONGLESS〰bucky barnesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora