A la luz de las velas

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El mundo es un lugar oscuro, lleno de barbaridades y atrocidades. A veces se reúne una gran cantidad de nubes negras en un punto y desde allí empiezan a extender sus lamentos, otras nosotros mismos convocamos a esas nubes, buscamos hacer daño, hacer que la gente esté mal y eso por increíble que nos parezca, nos llena. Pero nos llena de odio y el odio solo llama al sufrimiento, un sufrimiento eterno. Hay pequeñas velas por el mundo, titilantes, algunas a un soplido de apagarse definitivamente, otras un poco más fuertes y en algunas ocasiones es demasiado tarde y solo queda un hilo del que prende una llama apagada. Sin embargo hay veces donde se prenden otras velas, pues la oscuridad busca apagarnos sin embargo nosotros siempre nos levantamos y continuamos porque tenemos un sueño. Soñamos con el día en que todo el mundo esté iluminado, el día donde la oscuridad y sus nubes de lamento se hayan disipado, es un sueño imposible y lo sabemos pero aún así nunca nos detendremos. Nos gustan los retos.

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