Oniros

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Apareces en mis sueños como si de una tormenta en el desierto se tratase, majestuosa e implacable, frágil y volátil. Siento la brújula de mi interior apuntar hacia a tí mostrándome un camino que solo mi corazón es capaz de discernir, un camino empedrado con cristales rotos. Siento cada centímetro de distancia como si los rayos de esa misma tempestad de la que alardeo que eres me atravesarán, todos y cada uno de ellos jura venganza hacía mí por mantenerlos tan lejos de su dueña. Esa misma dueña de mis sueños y pensamientos, pensamientos que solo giran en torno a ti a altas horas de la noche, noches que me desvelo imaginando universos donde hemos tenido toda la vida para conocernos, vidas que no son más que un triste engaño para no lastimar a mi corazón. Siento como si una marea me arrastrase desierto adentro, humedeciendo mis ojos y amenazando con derramar esas gotas saladas entre el valle que surca mi cara de dolor al pensar en tí. Una marea que se empeña en convertir este desierto de roca y granito en un bosque perfecto, un bosque que quizás antaño existió pero que hace eones se quemó. Te cuelas en mis sueños como una tormenta, y como tal, desapareces igual de rápido que como te formaste.

El Diario de GatoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora