Depresión

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Que enmudezco, que lloro en un mar de lágrimas dulces, que siento que mi voz es ahogada por el rugir del agua, que en mis pies se atan cadenas que no me dejan nadar. Me anclo fondo y no me deja respirar, que la profundidad me arrastra y me susurra cada noche que no hay nada más allá, que solo quedamos mis lágrimas rotas y mis muñecas rojas, rojas de sangre porque afiladas son las voces que me acosan día y noche, porque duras son las noches en donde pienso, porque ya no soy mi propio dueño. Que solo soy un pez más en el inmenso océano de amargura y dolor que es mi corazón, que llora poco y calla mucho.

El Diario de GatoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora