La chica del bus y su última parada

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+Desde que te leo escucho las rimas de las canciones esperando encontrarte en las esquinas de cada verso, esperando que nuestros nombres rimen con la noche, con unas vacaciones en Madrid y una vida sacada de un amor de París. Desde que te leo escucho el cantar de los pájaros y huelo las rosas del camino, me pongo moreno y me quemo, me rio con tus chistes y sueño.

-Y sueño en cada parada de metro esperando que entres en la siguiente y poder bajarnos juntos en atocha coger un tren al pueblo de tus abuelos y reírnos por grana. Desde que te leo ya no sé llorar porque la tinta que sé corre por los folios por culpa de mis lágrimas siempre forman nuevas palabras de amor, lo siento mudos que intentan decirme que me quede cuando aún no me he ido. Desde que te leo, solo veo semáforos en Ámbar que nunca sé si acelerar o frenar si seguir o parar que desde que te leo me salto líneas por la adrenalina y las palabras las rimo aunq me falten palabras y cojones para mirarte a la cara y decirte que quiero quedarme que quiere quedarme toda la vida por mucho que arañes y muerdas que los dolores mueren en la punta de tus dedos en el filo de tu boca en tu pelo a media noche en tus libretas llenas. Desde que te leo ya no quiero leer más.

+Desde que te leo he dejado de buscar comas en nuestros mensajes, he empezado a buscar excusas para verte y he dejado de atender a razones. Desde que te leo solo busco que escribas en mi corazón los poemas de amor que nunca te he enviado pero que sueño con susurrarte cada tarde, que ya no busco el boli cuando quiero escribir, que solo me hace falta que estés aquí. Desde que te leo he olvidado como escribir, que ya no busco llorar tinta ni sangrar lagrimas que solo busco besarte la espalda y que me digas que me amas.

-Desde el día en el que me leíste por primera vez ha llovido, ha llovido por mucho, por mis mejillas y por las tuyas, por nuestros mensajes , nuestras manos, y nuestros labios secos que están aprendiendo a aliviarse. Ha llovido el cielo, ha llovido por vernos solos a gritos cosiéndonos, ha llovido por el tiempo, y por la espera, ha llovió por las penas y las ha alegrías, ha llovido por Bangkok y por Bilbao , en un par de autobuses y paradas de tren. Desde que me lees hemos crecido tanta lluvia nos hizo crecer y que gracioso que yo te leyese primero y pensase que nunca podría escribir sobre princesas y castillos y que nunca me leerías por eso mismo, que bonito el tiempo y que rebelde la princesa, que paciente el narrador de la historia, ella está arreglando el castillo y él espera en el pueblo comprando para el camino que se está haciendo allá a fuera, cuando ella acabe y la ciudad duerma se irán por la senda. Que bonito que desde que me leas ya en realidad , ya no llueva.

+Ha llovido mucho en los autobuses y en los vuelos a nuestros corazones, ha llovido mucho en la casa de nuestros pensamientos y en la residencia de nuestras emociones, ha llorado mucho mi cuaderno esperando conocerte, sintiéndose solo por las noches y roto por el día. Ha amanecido en el instituto, ha brillado la Luna en Halloween alumbrándonos bailar entre la gente, mirándonos con el deseo fugaz de un segundo y la intensidad de una vida entera, ha amanecido en mi corazón después de llover y ha salido el arcoíris. Alguien ha cosido mis heridas en la oscuridad y me ha empujado al sol esperando quemarme, sin contar que mis ojos ya brillaban en la oscuridad después de conocerte, sin saber que la noche se ha vuelto mi amiga ahora que la vivo contigo, que dormir no sigue siendo el infierno que era pues ahora mis pesadillas se han vuelto sueños.

------------------------------ÚLTIMA PARADA----------------------------

A veces me acuerdo de ella al escribir, cuanto se ha estropeado desde entonces, qué rápido ha sustituido el odio al amor. Que rápido se volvió una más en el firmamento, que rápido se volvió en aquellos que tanto tiempo odió, que rápido se enorgulleció de todos esos besos vacíos de alma y cortos en amor. A la Luna de Saturno que un día amé quizás no como el amor de mi vida pero desde luego como el de mis sueños, estoy aquí, quizás nuestro sueño fue efímero como la noche en la que ocurrió pero yo sigo aquí. Esperando una llamada que si algún día llega, sé que voy a rechazar.

El Diario de GatoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora