El tiempo se ralentiza mientras me absorbe, la realidad se escurre entre mis dedos como si de arena se tratase. Alzo la vista y veo que todo a mi alrededor a desaparecido, consumido por un manto negro que oscurece hasta los rincones más indómitos de mi frágil corazón. Y entonces pestañeo, y dejo de existir, dejo de respirar, dejo de escuchar los gritos de los demás, simplemente desaparezco. Y entonces me vuelvo parte de todo, soy el pájaro que vuela de rama en rama, soy aquel niño que juega con su balón, soy la madre que tiende la ropa, soy las estrellas que iluminan el cielo, y soy también aquellas bacterias que empiezan a alimentarse de mi cadáver. Muero, desaparezco y vuelvo a morir, en mil vidas más, no se hace más fácil pero tampoco más difícil. Olvido quien fui, pero al momento de morir recuerdo quien seré, el dolor me tapona los oídos, pero las estrellas me susurran más fuerte, me piden que las vaya a visitar la próxima vez, me piden que no las olvide, que las recuerde. Y entonces vuelvo a dejar de existir.
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El Diario de Gato
PoetryHuye, corre, sumérgete en las profundidades, alza el vuelo como un ave, sobrevive al desierto o perece ante el, muere y renace ante el mismísimo apocalipsis. Ama, odia, crea y destruye, pero no te pares, solo vive, la oscuridad se acerca y viene a p...