Capitulo 41

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Christian

Madre de verdad lo veo innecesario, he salido ileso de muchas guerras y ninguna tuvo ningún festejo – dejo el vaso de vino en la mesa y me siento.

– Hijo, lo que pasa es que no solo es idea mía esto, muchas otras reinas y el consejo lo han decidido, a parte de que no todos los días te haces rey de cinco reinos casi igualados a el nuestro – dice orgullosa.

Lo que mí madre no sabe es que el consejo busca de alguna forma disculparse ya que he recibido bastantes cartas estos días de ellos, me sorprende que no les importara su compañero que mate, no voy a dejar a nadie pasé sobre mí, y que me digan que hacer, aunque siempre hay una excepción y esa excepción me encanta.

– Y desde cuándo tengo que hacer caso a otras mujeres que no seas tú o Anastasia ?, Madre te recuerdo que no me gustan este tipo de festejos.

– Y te recuerdo que soy tu madre y quiero que vean que mí hijo es un gran rey.

– No necesito un festejo para que todos sepan que están debajo mío – rueda los ojos

– Christian, esto no es solo por ti si no también por Anastasia. La última vez que los demás la vieron fue en su boda, necesita ver cómo es este mundo – la pura verdad no me agrada la idea de que Anastasia este junto a esas mujeres que solo esperan que sus esposos mueran y así gobernar ellas mismas, solo dan sonrisas falsas cuando les conviene – y antes de que digas algo también hay mujeres buenas.

– Madre lo puedo pesar siquiera ? – da una sonrisa de alegría.

– Deacuerdo. Hablando de reinos...ya desiste que hacer con los cinco reinos

– Cuatro de ellos los tomaré, pero el que queda... todavía no sé que aré, Anastasia se hizo amigo de el hijo de Ha.

– Cassian ? No me sorprende, desde pequeña ha sido muy compañera – me molesta que mí madre lo diga cómo si nada, ella sabe que estoy enamorado de Anastasia.

– El problema es que si echo a ese bastado Anastasia me odiara ya que no tiene a donde caerse muerto y deja el castillo, me hubiera gustado que se hiciera amiga de alguna sirvienta – tomo un trago largo mientras mí madre sonríe.

– Bueno decidas lo que decidas sé que estará bien, pero recuerda que por más idiotas que hallan sido aún son humanos, y casi la mitad merecemos una segunda oportunidad. Me iré a visitas a una amiga, vuelvo en la noche y Mia viene conmigo. Adiós hijo – me da un beso en mí mejilla.

– Adiós Madre – y desaparece por la puerta.

Todavía no puedo creer que mí madre venga con la idea de hacer un festejo por salir vivo de esa pelea. Nunca me han gustado esos festejos, muchas veces no iba o si eran en este castillo me quedaba en mí lecho, no me gustaba como las personas me veían. Tengo que admitir que la idea de mí madre de integrar a Anastasia a este mundo me gusta pero sé cómo es Ana, así que no estoy convencido. No quiero que viejos y sus mujeres la miren mal solo por no nacer con la corona.

Anastasia

– ¡ Kate ! No se hace así – le digo, tomo el cuchillo y empiezo a cortar las verduras.

– Entonces cómo ? Existe una formas de cortar una verdura ?

– Si, si quieres que esté bien cruda o cosida – le digo y ella rueda los ojos, ahora sé porque Gail solo hace que lave la ropa, no se le da muy bien la cocina.

– Él rey nos matará si ve que la reina está cocinando – dice Gail

– No, porque Anastasia lo tiene bien domado – la miro mal y ella solo me da una sonrisa.

Entre Caballeros y EsperanzasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora