Prólogo

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- Vamos Christian eres muy lento

-  Todavía no sé cómo puedes correr sin zapatos

  En un bosque recóndito con árboles verdes y un hermoso lago, están corriendo 2 niños, un niño de ojos grises y pelo cobrizo de tan solo 11 años y una pequeña, una hermosa niña de 9 años ojos celestes como el cielo y pelo castaño. Esos niños son tan diferentes en todos los aspectos posibles pero no evitó que se conozcan a tal punto que son mejores amigos desde que aprendieron a caminar. Esos dos niños son tan unidos que se la pasaban jugando todo el día o mejor dicho haciendo travesuras todo el día, no podían estar el uno sin el otro, eran siempre cómplices .

- Creo que cada vez que vengo es más hermoso- dijo Anastasia parando y admirando ese pequeño lago que tanto le encanta.

- Es ridículo hace dos lunas anteriores estaba igual - dijo Christian para fastidiarla un poco, si bien a él le gusta el lago no era porque quería ver el lago si no a Anastasia.

Si bien fueron criados casi como hermanos no se sentían así pero no sabían que era eso que les hacia sentir tan únicos cada vez que se veían y les hacía sentir nerviosos cada vez que se veían o porque razón les latía rápido el corazón cada vez que conectaban miradas, pero lo malo de esto es que no sabían que era.

- Que no te gusta el lago ?- le pregunto con los ojos cristalizados y él al ver eso se le rompió el corazón, lo que menos quería era ver a su pequeña princesa de ojos azules llorando.

- No Anastasia no es eso - le dijo acariciando su mejilla y Anastasia con tan solo ese mini toque se tranquilizo, siempre que el estaba cerca lograba tranquilizarla y eso a ella le gustaba que tan solo por su presencia no tenía miedo de nada ni de nadie. Pero no sabía por qué - Me gusta Anastasia pero lo que no me gusta es verte sin zapatos - ella alejo la mirada porque sabía que se enojaría - Vamos aver - dijo poniéndose de rodillas, poniendo su rodilla delante para que ponga su pie.

- Prometes no enojarte ? - el la miro mal sabiendo lo que se venía.

- Anastasia - le advirtió, ella puso su pie en la rodilla de el - dioses Anastasia - si bien no tenía heridas graves si tenía muchos rasguños y a él no le gustaba que tuviera nada es su piel blanca y pura.

- Mí mamá dijo que un rey no se puede arrodillar ante nadie - dijo ella con más duda que respuesta .

- Todavía no soy rey pero me pondría de rodillas por ti -  mirándola atentamente .

- Por qué ?

- Porque eres mí Reyna - dijo parandocé. En ese momento Anastasia se sonrojo y un destello de luz como las estrella estaba en su mirada, pero sabía que no podía ser Reyna .

- Pero no tengo sangre real - a el no le importaba si tenía un castillo, Sangre real o una corona, en realidad lo que a él le importaba era poder estar con ella.

- Anastasia Steele no me importa si tienes sangre real para mí eres y siempre serás una Reyna - en ese momento Anastasia sintió una gran emoción en su corazón que solo el podía generar - Mí Reyna - ella no lo podía creer.

- Christian -

- Si Anastasia Steele

- Voy a ser una Reyna ? - le pregunto con entusiasmo

- Si - la miro lo adoración - la mejor del mundo y es una promesa de rey a Reyna - haciendo una reverencia, ella le devolvió el gesto y sonrío con una sonrisa que le llegaba hasta las orejas - muy bien mí hermosa Reyna vamos al lago

- ven por mí entonces - dijo ella saliendo corriendo

- Eso no es justo - saliendo corriendo atrás de ella.

  Después de jugar todo el día en el lago y tirarse agua, saliendo ya que se estaba ocultando el sol dándoles una hermosa vista del atardecer.

- Christian - lo llamó

- Si mí Reyna - ella por alguna razón que desconocia se ruborizada cada ves que la llamaba así.

- Vamos a venir siempre acá?

- No siempre mí hermosa Reyna pero cada vez que podamos vamos a venir - en ese momento ella miro el hermoso atardecer y lo vio a el y se le ocurrió una idea para sellar ese día tan especial y hermoso que el le prometió una cosa que para ella era tan especial.

- Christian

- Si Anastasia - giro y la vio un poco nerviosa y sonrojada y con un destello en sus ojos

- Nunca di un beso - es ese momento él se  sorprendió y a la vez se puso sonrojado tanto como ella y muy pero, muy nervioso, si bien Anastasia sabían que era cosa de grandes ella quiso que su primer beso fuera con el .

- Eeeeh...yo... Anastasia - empezo a tartamudear - yoo.... Digo - se aclaró la garganta - yo tampoco

- entonces no crees que lo mejor es dar nuestro primer beso juntos.

- si creo que es lo mejor - el se puso más nervioso cada vez que ella se acercaba más a él hasta que quedo adelante de él, pero había algo que a ella le incomodaba y eso era la altura ya que el a ser 2 años mayor que ella el era muy alto para ella, tubo que poner en un mini tronco que había hay y quedar un poco a su altura.

- Estoy lista - dijo con emoción y el la miro con pánico porque no sabía cómo dar un beso, si bien había visto a sus padres darse un beso en frente de él, Christian no sabía cómo dar el primer paso.

- yoo...mmm...si - el se acercó a ella de apoco pero hizo un mal movimiento chocaron sus frentes haciendo que ella por poco se caiga para atrás pero el la agarró de su mini cinturita de niña que tenía todavía - perdón, lo siento de verdad Anastasia - dijo con mucha culpabilidad.

- Está bien Christian solo, despacio -

- Si... Despacio...eso - él se volvió a acercar pero miro atentamente sus labios y la beso, lo único que hicieron se quedaron quietos pero a la vez miles de emociones pasaron por sus corazones que ellos ni nadie podían describirlo pero se sintió tan único, tan suyo, y recordarán ese día con torpeza, con promesas y emoción. Cómo debía ser.

- eso fue... - el no podía describir lo que sentía pero lo que si sentía era una emoción hermosa en su estómago.

- Único- dijo sonrojada y con su cara de una niña totalmente enamorada.

- A partir de ahora Anastasia Steele mí Reyna este será nuestro lugar secreto y único y te prometo por los grandes dioses que te voy a proteger de todo mal, y si tienes pesadillas, yo voy a estar ahí combatiendo con ellas para que te dejan en paz, te prometo dar todo de mí para que nada te falte y te voy a proteger de todos y todo.-  si bien eran palabras grandes para un niño que apenas tenía 11 años el sentía como una promesa de toda la vida que tenía que cumplir, no por obligación sino por amor.

¿ Podrá Christian cumplir esa promesa tan grande ? .







Portada = - Girls- is - rock-

   

Entre Caballeros y EsperanzasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora