𝐶𝑎𝑝𝑖𝑡𝑢𝑙𝑜 𝑠𝑒𝑖𝑠.

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Wen KeXing iba llegando tarde a casa porque antes fue a hacer el proyecto final en la casa de Gu Xiang.

Era de noche, faltaban diez minutos para dar las doce, no quiso caminar por las calles desoladas porque los callejones al final, son peligrosos. Toda la zona, en algunas ocasiones hay una banda de chicos locos en las esquinas, fumando o bebiendo, roban dinero y molestan a quienes se les cruce en el camino. Sin pensar mucho, Wen KeXing encontró un atajó, al principio de la calle olía a cigarro ya alcohol. Ya se sintió perdido, analizó el entorno, ahora no sabía cómo salir de ahí. Se rascó la nuca y miró por todos lados, sacó su celular de su bolsillo para llamar a Zhou Zishu, pero la llamada se fue directo a buzón.

Estaba pensando en el miedo que tenía hasta que llegó un olor de repente. Wen KeXing se sonó la nariz y se tapó la misma con la mano. Era realmente fuerte para él porque era un olor que jamás había soportado. Era una mezcla de cigarro con alcohol barato, demasiado mezquino.

-Mierda ...-afligido de cansancio, se acomodó mejor la mochila. Se dio vuelta para marcharse de ahí. Hasta que alguien detrás se acercó.

-Oye -lo detuvo una voz ronca. Wen KeXing comprendió que se había metido en la boca del lobo-, Oye ¿Qué haces aquí?

Pretendió seriedad y se dio la vuelta. Un chico de cabello negro, alto, pero con cuerpo delgado lo miró prendiendo su cigarrillo en los labios. Wen KeXing cálculo que no tenían la misma edad, quizás dos años mayor, pero eso fue lo último que llegó a su mente al ver qué llegaban otro de amigos de al menos cinco chicos. Unos se reían entre sí, y Wen KeXing extrañado, no entendía exactamente porque la causa de tanta gracia.

-Yo vivo aquí.

-¿En serio? -exclamó burlón.

-Oye, si quieren dinero, se los puedo dar sin ningún problema.

--Qué caritativo -comentó sarcásticamente.

-Si no quieren nada, me voy.

El pelinegro lo agarró del brazo para detenerlo: -Espera, déjame preguntarte una cosa.

De pronto, un escalofrío recorrió todo su cuerpo, poniéndolo alerta. Wen KeXing realmente no sabía cómo reaccionar, ¿quizás solo lo estén molestando? .Pero que ingenuidad. No hay que confiar demasiado. Bajar la guardia y parecer muy aliviado, podía inducir a qué continúen. Sin embargo, cualquier opción para Wen KeXing era mantenerse tranquilo.

-¿Qué es lo que quieres?

-¿Conoces a algún vándalo de aquí? Debes saber que está área viven solo pandilleros y gente pobre. ¿Sabes de alguien llamado Ye Bai Yi?

La sangre se le congeló. Por supuesto que sabía, pero se haría responsable de no decir nada al respecto.

-No, ¿quién es? -preguntó pretendiendo ser más ingenuo.

El chico asumió que no era gente del líder de la pandilla. Por lo que decidió comentar lo que había estado pensando desde que lo vió.

-Te pareces a alguien.

-¿A quién? -frunció el ceño.

-Chicos -anunció apretando el agarre del brazo aún más fuerte-, llevémoslo con él.

-¿Qué?, ¿¡a dónde me llevan!?

-Te llevaré con el verdadero Jefe de esta zona, deberías estar agradecido.

-¿Ah?, me importa una mierda quién es tú Jefe, ¡déjame ir con un demonio!

Wen KeXing trató de zafarse, pero no podía porque tenía a tres más escoltándolo, ese chico lo jalaba hacía la dirección contraria con una imponente fuerza.

𝑻𝒖, 𝒎𝒊 𝒂𝒍𝒎𝒂.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora