Escucho Una Sinfonía | Levi Ackerman

Perdido En Japón

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Mi alarma me despierta repentinamente, siento un intenso dolor de cabeza inmediato que me hace marear al instante.

Comienzo a buscar mi teléfono por toda la cama, me doy cuenta de que sigo trayendo la misma ropa que el día de ayer.

Al encontrar mi teléfono veo que tiene poca pila, son las 7:30 de la mañana. Pongo mi teléfono a cargar mientras me dispongo a darme un baño rápido, a las 8 tenía que ir a despertar a Mikasa y no quería ser impuntual.

Me puse un pantalón negro ajustado, una blusa blanca de tirantes, tenis bajos de color negro, lentes oscuros redondos y un collar. Me pinté lo más rápido que pude, desconecté mi celular, tomé todas mis cosas colocándolas en una mochila y fui a la habitación de Mikasa a solo un piso arriba. Toqué dos veces su puerta esperando alguna respuesta, segundos después abrió la azabache con cara aún somnolienta. Me indicó que pasara, le di los buenos días y una sonrisa grande apesar de sentir que me había atropellado un camión.

—¿Gustas un café? —pregunto con los mejores ánimos que puedo, ella asintió sentándose en el sillón.

El lugar se lleno de silencio unos momentos, solo se escuchaba el agua de la cafetera calentarse. Le di su café a Mikasa como le gustaba y me hice uno también. Me senté en un sillón frente a ella sacando mi libreta y una pluma para saber que haríamos hoy.

—¿Te gusta mi hermano? —pregunta.

Su pregunta salió de la nada, ni siquiera yo sabía que era lo que sentía por Levi, me he prohibido dejar que alguien me quiera.

Un pequeño flash de la noche de ayer regresa a mi mente, él tomándome de la cintura viendo a mis labios y luego mis ojos. Aquello me hizo sentir un pequeño estrujo en el pecho.

—N-no lo sé —solté nerviosa—, no lo conozco muy bien, casi no hemos hablado.

Quería que no preguntara más, pero por las expresiones de su rostro sabía que no sería así. Tomó un sorbo de su café aún pensativa, peinaba un poco su corto cabello.

—Es algo extraño —dice mirando al piso mientras aún sostiene su taza—, hacia mucho tiempo que no lo veía actuar de esa manera.

Me miró unos segundos con una pequeña sonrisa mientras cerraba los ojos de una manera muy tierna.

—Te aconsejo que no te ilusiones con él hasta que te diga que es lo que quiere de ti, sé que acabas de salir de una relación larga y dolorosa. No te metas a otra de inmediato solo porque es alguien atractivo.

Me causó un poco de gracia su comentario, pero lo tomaba en cuenta. Por el momento no quería una relación, menos con alguien que no supiera que es lo que quiere.

Mikasa comenzó a contarme el plan para el día de hoy, iríamos a hacer una junta con los productores de la sede de los Ackerman aquí en Tokio, después estaríamos en un estudio fotográfico prácticamente todo el día, hasta la tarde noche se haría una conferencia de prensa que duraría media hora.

No sonaba tan complicado, solo que sabía que sería un día muy largo, sentía que aún no recuperaba mis horas de descanso normales, además de la cruda que tenía, sentía como si ya hubiera pasado un mes desde que dormí bien.

Mikasa se baño y arregló rápidamente mientras yo la esperaba sentada. Inundándome en mis pensamientos, Levi tomándome fuertemente de la cintura me hace sentir una sensación extraña en el estómago. Su mirada desde que lo vi por primera vez me ha capturado, intrigado y hecho sentir cosas que nunca sentí.

Siento que oculta algo más, pero no puedo descifrar que es. Quisiera poder preguntarle de inmediato, quiero saber que es lo que siente por mí y por qué dice ese tipo de cosas como si fueran cualquier cosa. También tengo que averiguar que es lo que siento yo por él.