Escucho Una Sinfonía | Levi Ackerman

Corazón De Lavadora

[______]

Despierto, parece que el sol aún no sale, mi cabeza me duele y apenas y me puedo poner de pie.

Levi está acostado a mi lado, me muevo lo más lento posible para que no me escuche.

Salgo al balcón tomando un cigarro y encendiéndolo inmediatamente, me lo termino en cuestión de minutos.

Por mi mente no pasa nada, solo pienso en lo mal que me siento.

Me meto a dar un baño porque apesto a sudor y alcohol.

Al sentir el agua fresca en mi cuerpo y la tranquilidad de la habitación, recuerdo la conversación que tuve con mi papá.

[La noche anterior]

—_______ —responde seco.

—¿Qu-qué haces aquí? —pregunto temerosa.

Él saca su segundo cigarro dando una calada mientras me paro frente a él, mira a otro lado soltando el humo en mi cara.

—¿Qué te pasó en la cara? —pregunto señalando la enorme cicatriz que tiene en su boca.

—Pregúntale a Levi —dice soltando una pequeña risa.

Lo miro confusa ante su respuesta, ¿por qué lo conoce? No entiendo, si lo conociera Levi me hubiera dicho.

—¿Levi? —pregunto.

Él por fin me ve a los ojos, su rostro cambió a uno de preocupación e inmediatamente a la mirada engreída que tiene siempre.

—Pensé que ya sabías, con eso de que trabajas con él —responde sonriendo—. Pero parece que ya no soy tan relevante para que me mencione.

Continúa fumando y me ofrece un cigarro, la tentación me gana y acepto uno, lo enciende y después me pongo a lado de él junto con la pared.

—¿Qué pasó contigo y Levi?

Él mira a la nada aún fumando, no tiene ninguna expresión en su rostro, simplemente mira al horizonte.

—¿Cuál es tu relación exactamente con Levi?

—Levi es mi novio, papá —respondo rápidamente.

—Dios, no me llames así, por favor. Sabes que no me gusta.

Agacho mi mirada sintiendo el rechazo resonar en mi cuerpo, siento que podría llorar, pero prefiero no hacerlo frente a él.

—¿Novio? —pausa unos segundos y me voltea a ver— pensé que estabas con el chico rubio. Levi es un poco mayor para tu edad.

Rodo los ojos dando una calada al cigarro.

—Ni siquiera quieres que te diga papá, ¿crees que voy a escuchar a tus malos consejos sobre mi relación?

Él suelta una risa burlona, nos quedamos en silencio un par de minutos, quisiera irme, pero estoy disfrutando sabor del cigarro.

—Hasta hace unos dos años, yo trabajaba con los Ackerman —dice finalmente—. Él era... Se podría decir que mi amigo.

Entonces... ¿Por qué Levi no mencionó si quiera el nombre de mi papá? Lo conocía está más que claro, pero, ¿Qué fue lo que pasó entre ellos?

—Yo... Me acostaba con su novia y prometida —contesta riendo burlonamente—, por eso me sorprende que ni siquiera haya salido yo a la conversación.

—¿Pro-prometida? —tartamudeo completamente sorprendida.

—Vaya, realmente no te contó nada.

Él vuelve a reír y me mira a los ojos.