Escucho Una Sinfonía | Levi Ackerman

Maracuyá

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Termina el concierto y Levi se ofrece llevarme a donde vivo por ahora, insisto que solo me vestiré y nos vamos. Se que debemos hablar sobre lo sucedido, no nos hemos besado ni nada parecido. Simplemente me abrazó fuertemente cuando me vio.

Bajo de nuevo al auto donde él me espera recargado sobre la puerta del copiloto, abre la puerta sin decir nada y después él se mete detrás del volante.

No salen palabras de sus labios y tiene un rostro serio que no estoy acostumbrada a ver.

Siento la tensión que se puede cortar con un cuchillo, sé lo molesto que está porque me fui y él sabe lo molesta que estoy con él por lo que pasó con Petra.

No recibí ninguna explicación pero tampoco me quedé a esperar alguna.

Llegamos a un restaurante con las luces tenues, es media noche y aún hay mucha gente caminando por la calle.

Levi abre la puerta del carro para que yo pueda salir y después la del restaurante dejándome entrar primero.

Aún incómoda, me quedo de lado del recepcionista sin saber hacia donde me dirijo, hay pocas personas en el lugar.

El hostess al ver a Levi nos dirige hacia el lugar donde nos sentaremos, nuevamente estamos en un lugar caro.

Me siento sin decir nada, al igual que Levi. Hacemos nuestra orden que traen casi de inmediato.

No puedo comer normalmente, puedo ver la tristeza en sus ojos y sentir el dolor en mi pecho cada que lo miro.

—Deberíamos de hablar de esto —sentencio rompiendo el silencio a nuestro al rededor—. Muy en serio.

Él deja a un lado su tenedor y cuchillo junto con el bocado que estaba por darse, yo ni siquiera toco mi comida y lo miro directamente dándome valor.

—¿Qué quieres que hablemos primero? —pregunta manteniéndose firme.

—¿Qué carajo hacías con Petra? —pregunto en voz baja sintiendo mi voz quebrarse.

Levi intenta tomar mi mano por encima de la mesa pero la quito con rapidez.

—Necesito una explicación lógica a lo que mi hermano y yo vimos... Porque, por más que lo doy vueltas al asunto no puedo encontrar una sola razón por la que me hayas hecho esto.

Cubro mi rostro inmediatamente sintiendo las lágrimas caer sobre mis mejillas y mi respiración fallar unos segundos.

No había podido hablar de esto y el cantar para después beber me hacía olvidarme de la situación momentáneamente.

—Yo no besé a Petra por voluntad... —habla seguro de sí— Mi padre tiene una loca idea de hacernos marido y mujer para que la compañía crezca, pero no dejaré que controle mi vida tan fácilmente... Yo te quiero a ti, ______.

—¿Y yo... Cómo puedo estar segura de que lo que me dices es cierto? Puedo sonar maniática y desconfiada, pero ningún hombre me había dado confianza para nada, ahora no sé si tú intentas manipularme para hacerme sentir que son ideas mías el verte con Petra o que yo no debía de subir en primer lugar —hago una pausa controlando mi respiración—. Necesito que me expliques... ¿Por qué me hiciste esto? Estábamos bien, ¿o no? ¿Acaso hice algo mal?

Las incontrolables lágrimas y suspiros de dolor salen de mí sin aviso, él cambia su rostro de seriedad a preocupación, no responde mis preguntas y me observa con pena esperando a que me calme.

Al ver que no funciona decide hablar y mi corazón siente que no lo puede soportar más.

—Yo no sé qué es lo que puedo hacer para que confíes en mí de nuevo... No quiero nada que ver con Petra, como sabes ella está comprometida con tu padre y yo estoy contigo, incluso si decides irte... Seguiré contigo.