Epílogo

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[Narrador]

La melodía armoniosa de un piano hacia eco en toda la casa, era tocado de manera tan profesional que no ponía en duda que en aquel lugar vivían dos de los mejores compositores de la década.

El olor a hotcakes frescos era lo que predominaba junto con el ruido pacífico del piano, una voz grita desde la cocina anunciando que el desayuno ya estaba listo para ser servido.

El sonido del piano se detiene concluyendo la pista que era reproducida por aquellos dedos pálidos, cierra el teclado mientras tararea el resto de la música con su voz.

Pasa por el umbral de la cocina siendo inundado por el olor de la comida y fruta fresca en el lugar.

Envuelve sus manos en la cintura de quién estaba volteado con tranquilidad uno de los hotcakes, ella sonríe dándole un ligero beso en la mejilla.

—Lleva los platos a la mesa cariño, por favor —pide ella aún sonriendo.

Él asiente haciendo exactamente lo que pide, regresa sirviendo café en dos tazas de color azul, camina llevándolo todo de vuelta a la mesa donde ya se encuentra sentada la chica.

—Gracias por un excelente desayuno, cariño, buen provecho —agradece él besando los nudillos de ella.

Ella asiente con una sonrisa, comen amenamente en un silencio tranquilizador, habían pasado 5 años desde el último concierto de No Name, donde ambos hicieron pública su relación recibiendo apoyo de la mayoría de los fanáticos.

En cuanto terminaron de desayunar, Levi le extendió la mano a la chica para que se pusieran de pie, puso un poco de música tranquila acercando sus cuerpos una vez que la armonía los envolvió, se balanceaban con lentitud mientras los rayos del sol les iluminaba el rostro.

Levi observaba cada detalle del rostro de su pareja buscando las palabras correctas para poder expresarse sobre lo que quería decirle en esos momentos, con una sola sonrisa de parte de ella al dar una vuelta aún sosteniéndola en sus manos, supo que lo que haría sería lo correcto.

—¿Tienes idea de cuanto te amo? —susurró él sonriendo con la comisura de sus labios.

—Tal vez solo un poco —responde ella divertida.

—Te amo con cada latido de mi corazón, ______, es por eso que me gustaría dar el siguiente paso en nuestra relación —continúa Levi buscando entre las bolsas de su pantalón una caja de terciopelo color azul mientras se hincaba en una rodilla.

Ella guarda silencio mientras una sonrisa recorre su rostro con tranquilidad, se queda expectante ante aquellas palabras que esperó pacientemente los últimos años, deja que él la tome de las manos con delicadeza, tal y como tomas un objeto precioso.

—Concédeme el honor de convertirte en mi esposa —finaliza el azabache con una sonrisa.

—Por supuesto que sí, Levi —respondía ella colocándose el anillo color plata con un diamante blanco en el centro.

Ambos se funden en un beso tierno, derritiéndose como una paleta de hielo en una tarde soleada de verano, sabían lo mucho que se amaban y lo bien que la pasaban con el otro, incapaces de poder imaginarse sin el otro.

Pasaron los meses volando, entre la gira de ______ por el país, así como ruedas de prensa donde él siempre le acompañaba, mientras maduraban como personas, su relación se hacía cada vez más fuerte, ignorando ciertos rumores que se decían sobre su relación así como con otras personas.

La boda fue en un lugar privado y se anunció a la prensa unos días después, a la ceremonia solo acudieron 20 personas, las más cercanas a ellos así como especiales en sus vidas, fue una fiesta alegre donde todos pudieron tener un poco de su diversión.

Escucho Una Sinfonía | Levi AckermanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora