Me sentía como niña pequeña descubriendo cosas nuevas, jamás había estado en un aeropuerto si quiera, toda mi vida me la pasé esperando algo más de lo que podía tener, quería apoyar a mi madre de la forma que pudiera y estaba logrando eso paso a paso.
El despegue fue algo regular, grité mucho y casi vómito pero sobreviví gracias a goma de mascar que me regalaron.
Al aterrizar en Tokio le mande una foto a mi madre, quien solo mandó emoticonos de felicidad.
Fuimos directo al hotel donde nos quedaríamos, dejamos nuestro equipaje para volver a salir.
Eran las 6 de la tarde y aún se veía un poco claro el cielo, Mikasa sugirió que ella y yo fuéramos a comprar algo. Me puse unos lentes oscuros y un cubre bocas, recordaba lo que me había dicho Ymir, no quería que nada le pasara a mi familia si es que se llegara a saber lo cercana que me estaba volviendo con los Ackerman.
Mikasa hablaba con las personas pidiendo informes sobre ropa o la verdad ni siquiera se de qué hablaba, necesitaba aprender a hablar más idiomas si quería probar mi valor a la empresa.
Entramos a una tienda que parecía muy cara. Vi un vestido rojo corto sin mangas con escote V que me gustó muchísimo, mire el precio y me desilusione tremendamente el precio era mucho más de lo que apenas empezaría a ganar. Me limite a ver como Mikasa se probaba ropa muy feliz.
Pasaron las horas, ya era de noche y Mikasa dijo que iríamos a beber un poco ya que el día de mañana sería ocupado.
Llegamos a un lugar que se llamaba Kujira entertainment, las luces moradas y rosas dominaban en el lugar, nos acercamos a una mesa en la esquina.
Había una pista de baile con luces de diferentes colores y una barra amplia.
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Todos pidieron lo que más les gustaba, Mikasa sugirió nuevamente tomar unos shots con ella pero me negué ya que conocía su tolerancia al tequila y lo mucho que le encanta embriagarse demasiado rápido.
—Brindo por un buen comienzo de la rueda de prensa por la nueva película —dijo Mikasa alzando su copa al centro.
Todos chocaron sus vasos con los otros felizmente. Pasaron un par de rondas sin que nadie dijera nada, solo estábamos observando como el lugar se llenaba de poco en poco. Yo estaba en la orilla de la mesa seguida de Mikasa, a lado de ella estaban Armin y Eren, después Jean y Levi, a quien tenía justo enfrente.
Podía sentir su mirada de reojo pero odiaba que no me dijera nada después del fin de semana donde nos acercamos.
Eren ha sido más directo coqueteando abiertamente conmigo a pesar de que todos estén presentes. Por el momento no ha dicho nada pero cada vez que lo miro aunque sea un poco me sonríe. Admito que es emocionante, las partes de mí amaran esto. Dime cual es tu intención.