Capitulo Veintinueve

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Atenea Grey

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Atenea Grey

Me muevo incomoda en la cama sin poder encontrar una posición cómoda para poder descansar bien, llevo días con un mal sabor de boca como si Eros está ocultándome algo y es algo tan grande que podría romperme por dentro o quizás solo sean tonterías mías. La foto que recibí me partió el corazón, ¿Qué más podría ocultarme?

—No puedo— me quejo sentándome en la orilla de la cama encendiendo la luz, en la esquina observo a Zeus dormir en una posición nada cómoda, me da ternura y al mismo tiempo siento un gran amor por mi primo, siempre será ese amor bonito que me cuida, me protege y está en los momentos más difíciles. A Zeus simplemente no le importa nada con tal de verme feliz.

Pese a mi enfermedad, mi problema respiratorio y todo los males que he pasado Zeus nunca se rinde conmigo y eso es algo que agradezco en el alma, es sin duda el mejor primo del mundo.

—Deja de violarme con la mirada es pecado soy tu primo— habla aun con los ojos cerrados lo que me produce un ataque de risas

—Deja de decir tonterías ratoncito— abre los ojos y me mira con esa mirada que te dice que una ola de cosquillas está por llegar.

—Ya olvida eso— se tira encima de mi logrando que me ponga roja de las cosquillas que me hace las cuales nos deja a los dos exhausto.

—Lo olvido, pero, si duermes en la cama conmigo idiota, en ese sillón amanecerás como abuelito— ve encima de mí y sigo su mirada.

—Si notas que ya está amaneciendo tonta abuelita— Me doy un golpe en la frente por mensa.

Me levanto metiéndome al baño, deslizo la espalda por la fría pared de la habitación del baño, escucho la melodía que sale de la radio que coloca Zeus y joder como duele pensar en Sebastián Yatra en momentos como estos donde Eros están en mi corazón, la voz de Sebastián acompaña mi dolor a medida que las lágrimas empañan mi vista.

—Como te extraño idiota— rabiosa golpeo el piso mientras me muerdo el labio inferior para que el dolor físico sea mayor.

A rastras como un animalito logro llegar a la tina y dejo que el agua corra por todo mi cuerpo cubriendo mis lágrimas, mi corazón duele porque no lo tengo y porque odio la idea de lo débil que estoy, jamás fui una chica dependiente pero ahora que no sé qué demonios pasa y por cuanto tiempo estará lejos de mí me he vuelto una maniática como Eros me dice. Mis ataques vuelven y cada vez son peores poniendo a correr a todos.

Después de la foto, no me llamo, no me busco y por más que Mikhaelo diga que el vendrá pronto a darme una solución que lo que está haciendo es más importante que nuestro amor igual duele.

Nuestro amor es lo más importante para mí, el dolor es asfixiante, los problemas con mi mama cada vez son más y todo se me ajunta, la foto la tengo en la mente el desnudo con esa chica que es mucho más hermosa que yo, por primera vez en la vida dudo de mi físico

Estiro la mano tomando de la gaveta la pequeña hojilla, la deslizo por mis dedos dudando de lo que haré. Me duele el alma, la vida y hasta respirar.

La deslizo por mis muñecas pegado el primer grito que el advierte a Zeus lo que estoy haciendo, la sangre se mescla con el agua, otro corte, otro grito y Zeus está desesperado en la puerta.

—Ateneaaa

Su voz, creo que estoy alucinando, quizás ya es mi hora de morir.

La puerta cede ante los golpes, veo la imagen borrosa de Eros correr en mi dirección y meterse conmigo a la tina.

—Aquí estoy maniática, aquí estoy jamás te dejaría sola— su voz se quiebra y la mia igual.

—Prometiste luchas y te fuiste dejándome— el niega abrazándome llevando mi cabeza contra su pecho

—Zeus tráeme algo con lo que pueda para la hemorragia— Zeus corre como loco buscando el botiquín que le pasa a Eros quien destapa la tina para que el agua se pierda por el ducto.

Grito rabiosa al sentir el contacto del alcohol en mis heridas, las lágrimas de Eros me duelen más a mí que a él.

—No me alcanzara la vida para pedirte perdón, por no buscarte y explicarte por quedarme en ese lugar pero era necesario— me besa la frente y joder esa acción duele más que nunca, la lluvia de agua sigue saliendo y Eros se coloca detrás de mi abrazándome mientras el agua nos sigue mojando a los dos.

—Zeus busca mi teléfono y abre la carpeta que dice formulas, en la lista que dice Atenea ve a la farmacia y consígueme todo lo que dice la lista, no preguntes ve lo más rápido que puedas lo he logrado a medias pero casi lo tengo es peor de lo que pensé.

— ¿Que estás diciendo? — cuestiona mi primo

—No me discutas Zeus y ve dile a Mikhaelo que te ayude a conseguir los polvo él sabe dónde.

Eros me sigue abrazando mientras canto la canción que en pocas palabras le pide a gritos una sola cosa y es que me deje morir si no lo puedo tener a él o a mi felicidad.

So cold alone

Could you be my blanket?

Surround my bones

When my heart feels naked

No strength, too weak

I could use some saving

And your love, so strong

—Algún día mi enfermedad me va a matar así que déjame morir ahora, mi única felicidad eras tú y mi padre, mi madre ya ni me determina Eros déjame morir

—No te dejare morir, porque yo te amo Atenea Grey te amo

Sus palabras me dejan muda, mientras el me abraza repitiéndolo muchas veces, las lágrimas siguen saliendo de mí.

— Ahora más que nunca estaré contigo porque te amo como jamás he amado a alguien, no te rindas, no justo ahora.

— Dame un motivo— le suplico cuando el frio empieza a calarme en lo más profundo.

—Te daré todos los motivos que quieras, hermosa solo lucha saldrás de esta porque las personas como tú que brillan con luz propia sale de esto y de más hasta con el alma rota.

Su silencio al ahogar sus lágrimas me lástima porque sé que no tengo remedio.

—Atenea entraste a mi corazón cuando más podrido estaba. Me demostraste que podía volver a amar aun sabiendo cual era mi pasado y mira que así me aceptaste, con el corazón en mil pedazos... Desde ahí, créeme que entendí que en tus brazos era el lugar donde pertenecía, las drogas me ayudan a volar alto y dejar de sentir pero no se comparar al efecto que causas tú en mí, tú me amas y jamás en la tierra existirá alguien que te amé como te amo yo a ti.

Me ayuda a salir de la tina cerrando el agua, poco a poco me ayuda a quitarme la ropa lo que me pone roja por la pena.

—Eres perfecta por favor nunca lo olvides— me coloca el paño y me ayuda a bajar las bragas por debajo del paño, intento dar un paso pero mis piernas están débiles así que Eros me alza en brazos metiéndome a la cama.

—Atenea es hora de que sepas la verdad.

SOLO UN LATIDO MÁS © ✨ PRÓXIMAMENTE EN FÍSICO✨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora