Eros Morón
Los sacrificios que se hacen por las personas que amamos nunca pesaran tanto como alejarse del amor de tu vida para salvar su vida, lo que hago tiene una buena razón, pero me pesa en el pecho porque mi vida depende de que ella siga viviendo.
Respiro profundo pegando la espalda del viejo árbol que sostiene cada una de mis dudas y mis muchos miedos por lo que estoy a nada de hacer.
—Las amo tanto Peter que sería capaz de darle cada gota de mi sangre para que ellas puedan vivir— suspiro con el dolor calándome en lo más profundo de mi ser mientras Mikhaelo le da calada tras calada a la mota que tiene en sus manos.
—Lo sé, soy testigo del amor que se tienen, así como tú sabes que me opongo a que juegues de esta manera con su mente, pero si ya tomaste tu decisión la respetaré— habla como si mi decisión le decepcionara y en cierto punto a mi igual porque tanto luchar para quedarnos a medias.
A medias con un amor que no pudo ser y nunca será, por un amor tan intenso como la fuerza de un huracán, un amor que existirá en el infinito, recordado en cada gota de lluvia que del cielo baje anunciando que nuestro amor si existió y que esa mujer siempre será el amor de mi vida.
—Es hora— Mi amigo asiente bajando primero que yo, la vista sigue siendo igual de hermosa, pero ahora que la veo solo no es más que un paisaje gris que se ha quedado sin el final feliz que tanto deseaba.
Camino en silencio al lado de Mikhaelo mientras este le comenta todo a Zeus obligándolo a que guarde silencio por el bien de ella. Mi descompensación se debió a la debilidad por la sangre perdida, sangre que le volvería a dar a mis amores.
—Adelántense, debo ir aún lugar primero— ellos me miran y es la mirada que más odio porque es aquella que viene acompañada de lástima y tristeza.
Los veo subirse al auto de Zeus y perderse de mi vista para seguir con el plan de tener todo listo con Amahia en la clínica tal como lo planeamos.
Las sensaciones de mi niñez vuelven a mí haciéndome sentir solo una vez más, pero la diferencia de esta vez es que esta será la última vez que fume, esta será la última vez que llore porque esta será la última vez que regrese a este lugar donde la bese por primera vez, donde la mire como jamás había visto a alguien.
Paso los dedos por el retrato de ella, donde su cabellera sigue igual de roja como el día que lo dibuje pensando en su sonrisa, los ojos azul oscuro como el océano me miran y siento que desfallezco ante esa mirada tan penetrante que siempre lleva y es así como las lágrimas surgen recordándome cada instante que viví a su lado.
Recuerdo como arruga el entrecejo cada que no le gusta algo, como muerde su labio ante la duda, lo sarcástica que puede ser y lo directa también, se me erizan los vellos del cuerpo cuando recuerdo como ríe y como llora también.
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SOLO UN LATIDO MÁS © ✨ PRÓXIMAMENTE EN FÍSICO✨
RomanceAtenea Grey, medidas perfectas, rostro de porcelana, ojos misteriosos, hermosa cabellera roja y las muchas pecas que adornan su cara. Va por la vida con una increíble sonrisa gritándole al mundo, que no le importa su baja estatura, porque es una chi...