En el Jardín ‡Frey Stein‡

13-"una nota musical puede ser un regalo"²

"Continuación..."

FREY STEIN

Mi mandíbula se aprieta al ver a Emmy charlando con Heist. Esta mañana se me hizo eterno el poder levantarme, no tenía ganas y no solo eso. No quería afrontar la vergüenza que correría por mi rostro al ver a Emmy.

La vi desnuda y profane su cuerpo de la manera más placentera posible. La escuché gemir y la toque a mi antojo.

Y ella es mi psicóloga.

¿Algo más incómodo que tener que compartir con ella luego de todo eso?, No lo creo.

Durante el desayuno, Heist y sus provocaciones hicieron que mi piel hirviera, ¿Es que el no puede verme feliz? ¿También quiere lo que me trae paz?, Pero así es Heist Stein, tiene la atención de mamá, es el orgullo de papá Peerce y de papá Valter y todavía quiere el de Papá Mayne para sentirse el doble de superior a todos.

Maldito bastardo.

Me levanté de la mesa sopesando a propósito con Emmy, durante el desayuno Kaia me había escrito un mensaje pidiéndome que fuera a su habitación así que eso hice para no levantar sospechas con estas ganas que tengo de hablar con Emmy.

Kaia cierra la puerta detrás de nosotros y toma asiento en su puff dándole pequeñas palmadas al colchón de su cama.

Bien. que empiece el interrogatorio.

-Debo aplaudirte por no caer en las tentaciones de Heist-. Comienza ella cruzando sus piernas.

Niego con la cabeza.

-No quería arruinar el desayuno y partirle la cara en el proceso.

Es todo lo que digo. Heist tiene esa habilidad de hacer que yo pierda los cabales así como Kaia tiene ese don para tranquilizarme y hacer que yo deposite toda mi confianza en ella. Alrededor de los años hemos sido solo ella y yo como confidentes y, si alguien quisiera saber un secreto mío, solo tendría que interrogar a Kaia. Claro, primero tendrán que matarla para que ella hablé. Su lealtad es muy intensa.

Kaia asiente lentamente dirigiendo su mirada por toda la habitación hasta posarse en mi y sonreírme traviesamente.

-Asi que Emmy y tú... ¡Tuvieron sexo duro!.

Me sobresalto y al instante le cubro la boca con mi mano derecha. Si alguien llegará a escucharla..., Asiento con la cabeza y lentamente le retiró mi mano.

-¿Por qué tienes que gritar? Ya mucho tengo con que Heist la haya visto en el pasillo.

-Oh..., Si, lo siento es que tú nunca hablas de tus amoríos y...

-¿Amoríos?-Enarco una ceja divertido al ver cómo Kaia de encoge en su lugar y pasa un mechón de su corto cabello por detrás de su oreja.-

-Si, eso. Tu eres muy resguardado y por primera vez yo me entero de alguno de ellos por mis propios medios, pero, ¿Con Emmy? ¿Enserio? Pensé que tú no te llevas con los psicólogos.

Ambos reímos y yo reconsideró lo que ella dijo, realmente yo no simpatizo con las ramas de la medicina que se encargan de utilizar mis padecimientos mentales como un experimento, pero Emmy ha Sido todo lo contrario. Ella no me ve como un pasciente más, ella me ve como un amigo o como lo que sea que me vio anoche. Pero no como un conejillo de Indias.

-Bueno pero ella no es solo una psicóloga, también es humana y... Ella tiene ese no sé que, que atrae a cualquiera que sea lo suficientemente débil como para ceder a sus encantos. y... -Me detengo un momento pensando bien lo que diré. ¡Dios!, Necesitaba decir lo que ahora estoy diciendo-. No culpo a Heist por desearla porque aunque ella no tenga un cuerpo de modelo, pero tiene todo el encanto y la sensualidad que jalan y-