Emmy Foster
Todavía no sabía cómo mi estómago estaba levemente pronunciado si no había comido nada desde hace unas horas cuando salí del café con Frey.
Me encuentro frente al espejo viendo cómo me queda el vestido que compre para nuestra cita de esta noche. Es un vestido sencillo que se cierne a mi piel en la parte de arriba y cae por mis piernas con libertad, en color rojo.
Desde que ví este vestido quedé totalmente anonadada y encantada por como se me veía, sin mencionar que ese color me recordó a una foto familiar que ví en la habitación de Frey cuando estábamos en Alemania y justo Kaia y su mamá tenían un vestido color rojo, mientras Hayden llevaba uno negro con un lazo rojo que asentaba su cintura.
Sin dudas esta familia está dotada por muy buenos genes, pues sus hijos y padres (sobre todo estos) daban mucho que desear a simple vista.
La puerta se abre y Frey entra acomodando su camisa por debajo de su suéter negro; aveces se me olvida que a él le encantan ese tipo de ropa casual. Me mira de arriba abajo y viceversa para luego caminar a buscar un cepillo y acomodar su pelo hacia atrás.
—Me gusta como se te ve el rojo—Dice Frey pasando de mí y sentándose en la cama.
—Gracias. No lo uso mucho—. Le sonrió a través del espejo. Me acaricio la panza y siento en lo más profundo de mi ser que algo se me está olvidando o que olvide hacer algo—. ¿Hay algo que tengamos que hacer?—Es una pregunta al aire y a nadie en específico.
—¿Decías?— Frey sigue todos mis movimientos con sus ojos y su visión también se detiene en mi no tan pronunciado abdomen bajo—. ¿Algún... Problema?
No sé. Ni siquiera yo sé qué tengo, pero creo que tengo algo que debo saber, pero no lo sé.
Niego inmediatamente y me alejo del espejo girando 180° hacia Frey.
—Creo que ya estamos listos para irnos. Vámonos.
Sonrió y alejo mis suposiciones locas de mi mente.
Are baguandi vaguanquelie.
•••
Frey Stein¿Y si...?
No. Nosotros nos protegimos todo este tiempo, bueno; yo me protegi... Creo.
Emmy sale primero que yo y me deja atrás con una duda inmensa en mi cabeza que debo resolver lo antes posible.
¿Voy a ser...? No. Yo no puedo ser papá. Pero tal vez... Si anhelo serlo.
Sacudo mi cabeza y sigo al espécimen magnífico que tengo delante de mí. Ya he revisado el plan una y otra vez en mi mente y todavía sigo encontrando una inconsistencia en alguna parte. Es como que me digo a mí mismo '¿Mis padres aceptarán nuestra unión?' '¿Sus padres aceptarán que su hija se largue con un bueno para nada que es más una resta que una adición?' 'Mis ahorros... Mi dinero propio... ¿Alcanzarán para por lo menos estabilizarnos mientras pienso en qué podría yo trabajar?'
Mierda. Eran demasiadas cosas que pensar y el puto tiempo me estaba respirando en la nuca.
Tengo que sacar a Emmy y a ese posible be... Feto de toda la mierda que me rodea y el primer paso es alejarme de mi familia dañada.
Emmy ya está dentro del Uber y yo la sigo subiendo al auto y avisándole al chófer que ya puede avanzar. Ese es una de las cosas de la lista. Un auto privado. Necesitamos un auto para movilizarnos sin problemas a la hora de nuestra huída.
—¿Frey?
Salgo de mis pensamientos cuando Emmy llama discretamente mi nombre. ¿Tan distraído estuve?
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En el Jardín ‡Frey Stein‡
Novela JuvenilEmmy Foster, una psicóloga que inicia en su carrera, es asignada a un chico sombrío y con un perfil psicológico bastante... complejo. Frey Stein siempre había mantenido el perfil bajo con todas las personas que no pertenecieran a su círculo familia...