"Cuando ya no estés en este mundo...¿Qué extrañarás más?"
Cuando Jeon JungKook muere deja a su esposa sola con un bebé en camino, su muerte es muy repentina a una temprana edad, tiempo después Jang MiOk está a punto de casarse al volver a creer en e...
MiOk movió sus labios de manera suave, JungKook tenía su mano en su mejilla todavía, la lluvia caía afuera creando un ambiente algo romántico en el auto. La chica de repente lo detuvo sin saber porque, JungKook escuchó aquella voz en su cabeza.
"No la hagas cambiar de opinión"
TaeHyung estaba despierto.
— ¿Estás bien?
MiOk retrocedió apartando la vista, no sentía que estaba haciendo lo correcto confundiéndola más. Extrañaba y amaba a JungKook, pero... ¿Por qué sentía que traicionaba a TaeHyung? ¿Acaso si lo quería?
— ¿Puedes llevarme a casa?
"Está molesta, la conozco, si le preguntas no te dará la verdadera razón"
— MiOk...
—Estoy bien, sólo...llévame a casa.
Dos semanas después
—No me gustan los vampiros, me dan miedo—JoonHee estaba disgustado con su disfraz. El niño era un adorable vampiro con su capa negra y su traje de Drácula.
— ¿Tienes tu pequeña calabaza para tomar los dulces?
—Sí—JoonHee se la mostró—Mami, ¿Cuándo te casarás con Tae?
MiOk respiró profundo ante eso, habían pasado dos semanas desde la aparición de JungKook y desde su propuesta de matrimonio con Tae, podría parecer irónico pero la chica extrañaba a éste último, extrañaba ver al verdadero TaeHyung otra vez. Desde que JungKook la besó no había dejado de preguntarse muchas veces que estaba sintiendo, no sintió lo mismo cuando él la besó, ¿Habría cambiado en algo si no hubiera sabido que en ese cuerpo estaba su ex esposo?
—Aigoo, mi pequeño Drácula—la señora Jang intervino. Se acercó a su nieto sonriéndole con dulzura—Luces muy apuesto pero tierno en ese disfraz.
—No me gusta, abuela.
— Pero si te queda muy bien—MiOk terminó de colocarse sus aretes.
—Pero no me gustan los vampiros, beben sangre y lastiman a las personas, incluyendo a los animales—hizo un puchero.
—Bueno, tú eres un vampiro especial y diferente que ama a todos y se alimenta de caramelos solamente.
JoonHee arrugó su nariz sonriendo ante eso. Ese tonto gesto les recordó a ambas mujeres cuando JungKook lo hacía también.
—Debemos ir al preescolar, la fiesta empieza en unos minutos—MiOk tomó un pequeño bolso vistiendo un vestido verde oscuro, llevaba unas mallas para proteger sus piernas del frío de la noche, se colocó su abrigo negro abotonando los botones, la señora Jang abrigó al niño también llenándolo de besos y abrazos.
Su madre había sido de mucha ayuda para ella cuando tuvo a JoonHee.
— ¿TaeHyung irá a la fiesta con ustedes?
—Nos veremos allá—asintió.
— ¡Traeré muchos dulces, abue!
—Disfruta la fiesta, cielo—besó su frente.
●|●|●
Los padres estaban en aquel salón sentados en el suelo, los zapatos de todos descansaban en la entrada de dicho preescolar, MiOk veía a algunos adultos conversar o comer algún bocadillo, JoonHee jugaba con sus compañeros causándole ternura a su madre con el disfraz, hace una hora que había iniciado la fiesta y TaeHyung no aparecía.
La chica sacó el teléfono de su bolso pequeño decidiendo llamarlo, frunció el ceño cuando la contestadora respondió.
— ¿Dónde estará metido? ¿Se habrá perdido?
MiOk:
¿En dónde estás? La fiesta ya empezó.
—No se perdería algo de JoonHee—buscó entre sus contactos el número del departamento, llamó a ese teléfono acercándolo a su oreja, tuvo el mismo resultado. Comenzaba a preocuparse un poco, al levantar la vista no distinguió a JoonHee.
Se levantó guardando el teléfono en su bolso, salió del salón viendo a algunos niños pasar por allí, todo estaba decorado con la temática de Halloween.
—JoonHee—llamó buscando en cada rincón. Escuchó su risa viéndolo correr hacia otro salón que no se usaba pues estaba siendo arreglado, iba siguiendo a una niña con disfraz de bruja—¡JoonHee! —llamó sin ser escuchada. Ambos estaban jugando y corriendo.
Se acercó a dicho salón extrañándose de encontrar la puerta cerrada, giró el pomo varias veces sin tener resultado, empujó con el hombro la puerta logrando entrar.
JoonHee ya no estaba con la niña, dicha niña era una mujer de aspecto tenebroso, su piel era totalmente pálida, sus ojos negros como la noche y tenía una sonrisa macabra. Iba directo al niño que estaba petrificado. Antes de que llegara a JoonHee, Jimin apareció salpicando agua bendita en su dirección, la mujer se desvaneció dejando al niño nervioso aún.
—¡JoonHee! —MiOk se acercó a él. Estaba en shock—Cielo, ¿Me escuchas? —entonces la abrazó con fuerza y ella lo cargó—Gracias—dijo a Jimin.
— ¿Están bien los dos?
—Nerviosos, pero sí.
—Ten esto a diario—le entregó un frasco con agua—Es agua bendita, los demonios huyen con eso.
— ¿Dónde está él?
—En el departamento.
— ¿Qué?
—Comenzó a sentirse mal y...
—Iré a verlo.
—MiOk—la detuvo—En estos momentos...no es él exactamente.
La chica tardó unos segundos en comprender.
—Tae.
●|●|●
Jimin los había acompañado al departamento de TaeHyung, JoonHee estaba totalmente callado teniendo la imagen de aquella mujer tenebrosa, estaba en shock todavía y se rehusaba a soltar a su madre. Una vez llegaron al departamento, Jimin le indicó que estaba en la habitación.
—JoonHee, necesito que te quedes con Jimin un momento—el niño la miró—Sólo serán unos minutos, ¿Está bien?
JoonHee volteó a ver al rubio, se veía amable. Luego miró a su madre dudando.
— No tardes.
MiOk lo dejó en el suelo, su bolso lo colocó en el sofá y acto seguido caminó a la habitación. Dentro las luces estaban apagadas pero la puerta del baño estaba abierta con la luz encendida. La castaña se acercó encontrando a JungKook con las manos apoyadas en el lavabo y la cabeza gacha, tenía el rostro mojado.
— ¿Te sientes bien? —tomó una toalla junto al lavabo. El chico dejó que ella secara su rostro, aquellos ojos tenían un brillo diferente, él tomó sus manos deteniéndola, MiOk contuvo el aliento sin apartar la mirada—¿Tae?
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