LOVE KILLA | NAMJIN

Siempre contigo

Tan pronto Seokjin había organizado sus pensamientos y encadenado sus sentimientos, entró en la habitación donde mantenían internado a su hermano Seung-Heon. Recordaba las órdenes de RM, por lo qué había esperado la llegada del detective Kim Taehyung.

Solo cuándo él detective estuvo en la habitación, él había decidido entrar. La puerta abierta llamó la atención de los presentes  y los ojos de Seokjin se encontraron con los de su padre, también notó a su primo sentado a su lado.

En la cama permanecía inconsciente su hermano Seung-Heon, una máscara de oxígeno sobre su boca y su nariz, algunos parches en su pecho se movían con las respiraciones pesadas del cuerpo y el monitor del pulso de su corazón mostraba lo lento que era el compás.

—Señor Kim. —Taehyung lo observó con aquel ceño fruncido y ojos acusadores. —Curioso que aún cuando trabaja aquí, sea el último en llegar.

Seokjin sonrió con ironía. —Tal vez me siento seguro solo si usted está presente.

Aquello tensó a su padre, quién lo miro con advertencia de inmediato. Taehyung parpadeo unos segundos, indeciso del significado. Sin embargo su primo Byung no permitió que el incómodo comentario infieriera en los demás demasiado tiempo.

—¿Sabe quién lo hizo, detective? —Su voz envió un escalofrío por la columna de Seokjin, quién al verlo con sus orbes fríos fijos en él, apartó la mirada.

El lo aterrorizaba. Le producía un miedo tan profundo que detenía su corazón por segundos.

—Revisamos las cámaras CCTV pero no encontramos nada. Parece que el autor del ataque lo realizó en una zona específica, donde la cámara no alcanza a proyectarse.

Seokjin observó a Seung-Heon en la cama del Hospital y le fué imposible no sonreír al escuchar al detective. Obviamente RM era listo, sabía perfectamente como llevar a cabo sus artimañas.

Y aunque él era su hermano... Estaba más impactado que preocupado o dolido. En realidad, un sentimiento gratificante se arremolinaba en sus entrañas, era un elixir, un placer por verlo lejos de él, por no lograr que él asistiera a ese maldito sótano y cumplirá sus aberrantes deseos.

Byung lo observó fijamente con sospecha y Seokjin, aún con todo el miedo que sentía, le sonrió. Aún cuando sus labios temblaron, expresó gratitud en sus ojos y un insultante sentimiento de felicidad en una situación tan preocupante.

¿Y qué? Todas las personas estaban locas, solo que algunas lo ocultaban mejor que otras y se diferenciaban entre sí por mínimos lazos de educación y fingida dignidad. Algunas vestían mejor que otras y algunas eran más conocidas, algunas tenían destinos hermosos y otras sufrían hasta que se quebraban en pedazos. Pero al final, todos compartían en el fondo deseos o pensamientos ónix que no los privaban de la locura. La verdadera inteligencia radicaba en la facilidad para disfrazarse entre los demás.

Y Seokjin empezaba a sentir un oscuro y tétrico deseo por ver a quienes tanto daño le hacían, superados por aquel extraño que aún cuando le provocaba un escalofriante miedo, era él único que le producía una seguridad casi alarmante.

—Entonces encuentre quién es él autor de los ataques a mi familia. Primero mi tía, ahora mi primo. Incluso un amigo de la familia fué atacado y ustedes no tienen una pista de ninguno de los casos. —Byung observó a Taehyung con aquella ferocidad en sus ojos. —No son más que unos inútiles.

—Permítame aclararle que nosotros somos investigadores, no adivinos para saber inmediatamente que sucede Señor Kim. Le pido su paciencia y colaboración con el caso. —Taehyung  formo un arco con su ceja, evidentemente fastidiado y luego, ahí estaba ese sonsonete desdeñoso en su voz al decir—Señor Seokjin.