Admirar (Capítulo 24)

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Narradora: 

Los jóvenes enamorados suben al cuarto de hotel aguantando las ganas de estampar los labios en la boca del otro, conocen muy bien esa sensación. Esa sensación de necesitar a alguien debajo tuyo, de sentirte en privacidad con ESA persona, de sentirte cuidado en el momento más frágil y de ser amado y amar como nunca. 

Jimena abre torpemente la puerta de hotel y entran todas las maletas. No pasan ni diez de segundos de descanso que el pelinegro acorrala a Jimena contra la pared, las respiraciones se aceleran, la piel se les pone chinita, las pupilas de Emilio borran cada rastro de color en sus ojos y el deseo a Jimena se le escapa por cada poro de su cuerpo. Han pasado muchos años desde que se encontraban en esta situación y juntos, sus cuerpos cambiaron por lo que los nervios de esa primera vez vuelven a ellos. 

Jimena's pov:

La boca de Emilio recorre cada parte de mi cuello, mordiendo mi oreja y seguro dejando alguna que otra marca en mi. Mis brazos descubren los suyos, sus músculos ahora tensionados por sostener mi cuerpo contra la pared, siento parte de su espalda con la yema de mis dedos y sin tener los ojos abiertos puedo imaginarme lo bien que se ve en este momento. 

Gracias Emilio por usar camisa y facilitar mi trabajo. Logro abrirme espacio entre su pecho y el mío para, con mis ágiles manos, desabrochar cada uno de esos molestos botones de su camisa, por fin refregando mis manos en sus abdominales. Sus manos comienzan a recorrer mis muslos, y finalizan afianzando su agarre en mi trasero. Así mismo nos lleva al escritorio de cuarto de hotel donde termino de despojarlo de su camisa y el travieso aprovecha para desabrochar el short que me puse luego de la alberca. Yo me lanzo a dejar un camino de besos desde su boca hasta su hombro, ida y vuelta frenando para morder delicadamente su mandíbula. Mi camisa es un tipo sweater con botones, por lo que se le hace muy fácil despojarme a mi de mi prenda. Lo observo mirar mis pechos unos momentos para luego mirarme a los ojos con lujuria, decido besarlo por necesidad y abandona mi boca para bajar a mis tetas. Teniendo en cuenta que no estuvo saliendo con otras después de mi, me queda claro que no debe haber aprendido a desabrochar un brasier por lo que sin que me lo pida, lo hago. Dejándole libre camino para quitarlo y concentrarse en lo que tanto le encanta. 

Mientras que el quita mi brasier y se lanza a mis tetas para besarlas con el mayor amor y fuerza a la vez del mundo, yo suelto su cinturón, causando que el pantalón baje rápidamente a los pisos del cuarto, con los pies lo lanza a un lado y baja el cierre de mi short en lo que muerde mi clavícula y mi cabeza se reclina hacia atrás por el placer. 

Agarrando mis pantorrillas me pega a él lo más que puede y me toma una vez más en el aire para dejarme en la cama debajo de él. Se aleja unos segundos para quitar mi short, acompañado de mis bragas y antes de quitarse su última prenda de ropa se queda mirándome unos minutos. 

-Qué pasa?- Digo entre confundida y ansiosa.

Emilio's pov:

Mi mente no puede comprender como es tan perfecta, me da ganas de tratarla como un diamante muy frágil, pero sabiendo como es en la cama esas ganas se cambian por deseos de hacerla mía sin piedad. 

-Nada, solo... eres demasiado perfecta. Me vuelves loco enana, nos vuelves loco- Digo cuando me doy cuenta de lo despierto que está mi amiguito, observa mi entrepierna y se muerde el labio, me mira y rápidamente se acerca para lanzarme sobre ella. 

-No me imagino como estarás cuando me veas con mi lencería roja- Solo con eso me roba un gemido. Bajo mis bóxer como puedo entre sus piernas en lo que no deja de besarme. 

-Aún no termina el juego previo princesa- Digo cuando noto sus intenciones de ir al acto principal desde ya.

Vuelvo a cubrir su pezón con mi boca, y la sorprendo de golpe llevando mi mano a su entrepierna, suelta un grito ahogado y comienzo a escucharla gemir, mi música favorita sin dudas. Siempre he sido un poco bruto en el sexo con ella, por lo que sin miedo la muerdo por aquí y por allá, simplemente escucharla gemir y sentir como su mano juega con mi cabellera buscando hacer algo me es suficiente placer. Levanto mi cara de su pecho para observar como respira agitada y bajar poco a poco hasta tener la vista más perfecta de todas, siento casi en mi boca las palpitaciones de su intimidad y la observo acercar la mano a mi cabellera una vez más. Logro hacer contacto y cierro los ojos disfrutando de todo, de su sabor, su piel, sus gemidos y su mano sobre mi cabeza queriéndome hacer quedar aquí. Mi lengua viaja a todo lugar posible, mis manos no se quedan atrás y viajan por todo el largo de sus muslos, caderas e incluso llego a aprisionar uno de sus pechos con mi mano. Con mi cabeza entre sus piernas me siento el más afortunado del mundo, no hay lugar a dudas. 

Jimena's pov:

Emilio siempre ha tenido la capacidad de hacerme sentir todo lo sentible, siempre trataba de ser super cariñoso y lo era, pero estamos grandes y llevamos 4 años sin follar juntos. Deja mi entrepierna para subir hasta mi boca besándome. 

-Quiero darte todo Jime, porque te amo- 

-Yo igual Mili, pero tendremos más tiempo para romantizar esto. - Digo apresurada y sin que lo espere me posiciono sobre él, beso su cuello y lo muerdo, me aseguro de dejar una que otra marca en su cuerpo y ataco a su amiguito con mi mano, lo escucho gruñir mi nombre y eso me sube aún más las ganas de tenerlo dentro de mi, otra vez. Le habrá crecido? Lo averiguaré pronto. Me siento sobre él, sin tenerlo dentro pero si debajo, rozo mi entrada con su miembro y el aprieta mi cadera. 

-Jimena, no seas así- Suplica, se perfectamente lo que le estoy causando y me encanta verlo así. Me vuelvo a poner sobre la cama para que se ponga encima mío y sin darme tiempo se encuentra entrando en mi, ambos gemimos ante el contacto y si, le creció. Noto en su mirada el cambio, ya no será ese Emilio consciente y cuidadoso, es el Emilio que sale en los rapiditos, que deja el cuidado de lado y se encarga de hacer las cosas con precisión y firmeza. 

Los empujones comienza a acelerarse, la fuerza aumenta y por ende el placer y los gemidos también. Cuando presiono mis músculos en su miembro dentro mío suelta un gruñido, pero sin frenar sigue entrando y saliendo dentro de mi más rápido de lo normal. Alza mis manos sobre mi cabeza, besando mi cuello e inmobilizándome. Mis piernas pasan a rodear su cuerpo, acercando nuestras caderas aún más como si tuviera algo más profundo donde ir. 

Desconozco el tiempo que llevamos así, pero comienzo a reconocer esa sensación del final, esa vibración en mi estómago y esa inhabilidad de respirar correctamente. Como si fuera programado perfectamente mis músculos se relajan cuando siento mi interior aumentar la temperatura, me doy cuenta que es por la falta de condón en el momento. Dios bendiga las pastillas anticonceptivas. Sale de mi jadeando, y claramente preparando su cuerpo para una segunda ronda. 

-Eso fue increíble- Digo al mirarlo de costado

-Mejor que antes?- Pregunta 

-Mucho mejor, ahora. El juego previo fue un poco injusto no crees?- 

Me levanto de la cama para ajustar mi altura a la de su miembro, lo veo morderse el labio y cerrar los ojos cuando elimino el espacio entre mi boca y su amigo... 

Después de tanto (Jimelio)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora