Enigma de corazones ( Minho Y Tu)

Capitulo 8

-Teníamos que haber detenido a Thomas. -Dijo Fritanga mientras se sentaba en la litera al igual que todos.

-Ese larcho debe aprender la lección. Ya sea por las buenas o por las malas.

-Newt, Thomas es impulsivo. Si. Pero gracias a eso hemos sobrevivido.

-Tal vez, pero todo acto tiene su consecuencia.

-Amigo, ¿desde cuando eres tan pesimista?

-Clac.

Para sorpresa de los chicos la puerta de la habitación se abrió de forma lenta y pesada. Dejando ver a Jason acompañado por dos soldados.

-Buenas noches, muchachos. -Saludo Jason ingresando a la habitación, y casi por instinto los chicos retrocedieron intentando ocultar la litera vacía de Thomas.

-Buenas noches, Jasón, ¿Qué te trae por aquí a estas horas? -Newt lo saludo de vuelta con un tono bastante frio.

-Nada en especial. -Jason miro detenidamente el rostro de todos y cada uno de los allí presentes, como si supiera que alguien faltaba. -Bonito sitio.

-Podría ser mejor.

-En fin. -Jason giro sobre sus talones y se quedo mirando fijamente a Eiden. -Vengo para hacerle un par de preguntas a uno de vuestros compañeros. Si no hay problemas, claro.

-Ninguno.

-Entonces, Eiden si haces el favor de acompañarnos.

El chico confundido le hecho una mirada a Minho, como si estuviera esperando una señal para hacer algo. Pero esta nunca llego, pues los soldados se posicionaron a su lado mientras lo escoltaban fuera de la habitación y cerraban la puerta en la cara de sus amigos.

Fuera no había nadie. Ni soldados, ni chicos como él. Un soldado, varios centímetros mas alto que el, lo escoltaba por el pasillo siguiendo a Jason. El otro se había ido por el otro lado por orden del hombre rata.

- ¿Recuerdas algo antes del laberinto?

-Tal vez... o tal vez no... No lo sé. -Jason miro al chico con una sonrisa en su cara, no entendía el por qué, pero ese hombre le ponía los pelos de punta.

-Seria bueno que lo hicieras. Así sería más fácil para nosotros. -Eiden no pudo ocultar su cara de asombro ante esto, Erick tenia razón. -Aunque, supongo que lo recuerdas. Aunque no lo quieras admitir.

- ¿Qué? -El chico estaba cada vez mas confundido. Ahora sí que no entendía nada de lo que ese hombre decía.

-No hace falta que seas tímido. No tienes que ocultarlo de mí. Somos viejos conocidos, ¿no? Por eso te has quedado aquí sin protestar, por que eres un niño bueno. Debería darte un premio.

Eiden se quedo en blanco ante esto, ¿acaso Jason lo conocía de antes? Pero tenia razón. Él no había protestado ni se había alegrado abiertamente de la situación. Y pese a que lo había hecho para no llamar la atención más de lo necesario, su plan había resultado en todo lo contrario.

-Bueno, aunque no lo recuerdes, o tal vez si lo haces, pero no quieres decirlo. Sabes que puedes confiar en mí. Erick no te traerá nada bueno. -Se acerco a Eiden para susurrarle esto ultimo directamente en su oído. Al chico, no le gusto en absoluto la forma en que Jason había dicho eso. -Hablando del rey de Roma que por la puerta asoma. Buenas noches, Erick.

-Buenas noches. ¿Qué haces a estas horas paseando por los pasillos con un niño?

-Solo paseábamos.