Capitulo 14

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No hacía mucho que la noche había caído, pero los chicos tuvieron tiempo suficiente de llegar hasta lo que parecía un barco de carga tirado en medio de la nada. Seguramente antes hay había agua.

Entraron con cuidado, recogieron tablas que había por el lugar y las colocaron justo en el medio, donde hicieron una fogata para no morir congelados durante la noche.

- ¿No se suponía que somos inmunes? – Pregunto Minho todavía algo incrédulo por lo que había pasado.

-Sera que todos nosotros no lo somos.

-Si Winston ha podido infectarse debemos suponer que el resto también podemos. - Dijo Newt mientras observaba a Teresa tumbada justo a su lado.

-Nunca pensé que lo diría. - Las lágrimas empezaron a correr por la cara de Fritanga. -Pero echo de menos El Claro.

-Es posible que solo un par seamos inmunes. - Añadió Eiden al notar la tensión que había en el ambiente. - O tal vez ninguno.

-No es posible. Si así fuera CRUEL no nos estaría buscando.

-Puede que ni siquiera ellos sepan quien es inmune y quien no.

-Dejemos el tema y mejor durmamos. Mañana nos espera un largo camino.

Minho dejo a un lado el cuchillo con el que estaba sacándole punta a un palo y se tumbo en el suelo palpando la tierra que estaba a su lado para que el chico se tumbara con él. Y así lo hizo.

Esa noche posiblemente fue una de las peores, y entonces, después de varios días, aparecieron. Las montañas de las que hablaba Thomas estaban hay, justo enfrente de ellos. Aunque Eiden seguía dudando sobre si en verdad existía el Brazo Derecho o no. Era demasiado bonito para ser verdad.

Esa noche se tumbaron a la intemperie bajo las estrellas. Todos se durmieron enseguida debido al cansancio, pero él no podía. No era capaz de sacarse de la cabeza aquello que había visto después de que Fritanga prácticamente lo noqueara. ¿Quién era esa mujer? ¿Y esos críos? Por algún motivo todo eso se le hacía conocido, pero a la vez le era desconocido. Todo eso era extraño. Demasiado extraño para ser verdad.

Sin embargo, el chico no pudo seguir pensando en eso, pues el cansancio acumulado y los cálidos brazos de Minho pronto hicieron que el chico se durmiera.

-Eh, eh. - Exclamo Thomas mientras se levantaba del suelo. - Newt, despierta.

Newt todavía dormido y algo desorientado se levantado del suelo mientras se frotaba los ojos.

-Vamos, arriba, Fritanga. - Thomas continúo moviéndose entre los chicos tirados en el suelo. -Chicos, estoy viéndolo algo.

- ¿De verdad? ¿No será que estas delirando?

- ¿Que es, Tommy?

- ¿Lo veis?

Todos siguieron la dirección del dedo de Thomas, y se quedaron anonadados ante lo que veían. A lo lejos se veían luces. Un montón de luces blancas que debían estar alumbrando una ciudad improvisada.

-Lo hemos conseguido. - Newt todavía no era capaz de digerir lo que estaba pasando.

Pero Eiden no estaba seguro de que ese lugar fuera su destino final. No sabían siquiera si en ese lugar todavía había personas o si todos estaban infectados como en el centro comercial, o incluso podría ser una trampa de CRUEL. Dios, ojalá no fuera lo último, pensó Eiden mientras se frotaba el pelo desesperado. Ya no estaba para nada seguro de nada. Ni siquiera sabia si los chicos escucharían sus sospechas. Pero no podía culparlos, a veces sentía que no podía fiarse ni de sí mismo, entonces, ¿Cómo iban ellos a fiarse del?

Enigma de corazones ( Minho Y Tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora