Capitulo 12: Como una niña

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—Oh, vaya... —El reflejo me obligó a tapar mi nariz con el guante.

Al entrar lo primero a notar fue la calidez y el aroma, indicando quienes dominaban el lugar siendo los animales aun siendo un lugar construido por los shifters. El piso era firme, apisonado para caminar con soltura, no temí algún obstáculo mientras Lorna me acercaba a algún sitio.

Era emocionante y atemorizante al mismo tiempo hasta escuchar un resoplido demasiado grande paralizándome. Apreté los dientes descubriendo de donde venía esa energía radiante. Mis pestañas se agitaron por esa muestra extraña, tan grande, difusa y llena de temor. Un sonido que asemejaba a pisadas pero de otro material me hizo dudar más.

—Que... ¿Qué es? —Mi instinto de protección me hizo acercarme más a Lorna quien bufo divertida.

—Una vaca. Tranquila que no muerde —Se separó un momento— Siéntate aquí.

Esperaba una silla de al menos medio metro de altura, grande fue mi sorpresa al caer pesadamente en un pequeño círculo de madera a mucha menor altura. Un sonido amortiguado escapó de mi garganta en respuesta a ese encontronazo. Pasee mi mano descubriendo el piso a poco espacio e intenté no moverme mucho, podria bastar solo uno para terminar en el suelo.

—¿Es normal este tamaño de silla? —Tenía las piernas demasiado flexionadas.

—Solo así uno llega a las ubres. Ahora estate ahí hasta que vea a Lucy Lu... Hola, preciosa ¿Qué paso esta vez?

Su voz era susurrante, tranquila y dulce. La energía de la vaca se mostró receptiva y cómoda cuando Lorna se acercó logrando que mueva mi cabeza en respuesta. Algo en ese lugar me empezó a envolver ensimismándome en lo que había.

Todo se mostraba interconectado, la energía era suave como el vapor tras una ducha caliente, no muy sofocante pero si cariñosa. El amor a esos animales me sacó una sonrisa, era bueno que se sienta ese raro compañerismo entre especies. Podría ser que al tratarse de seres con partes animales les era posible entender el instinto de otros.

Mas allá podía escuchar otros sonidos tan calmados y compenetrados, el mundo en movimiento, en un andar continuo que no asemejaba a la ciudad ¿Se debería a la cantidad de espacio alrededor? Me pregunté sobre los tipos de trabajos existentes en un lugar así.

Un lugar donde se necesitaba la cooperación de no solo humanos sino también de animales o la tierra. Un ambiente más unido a la naturaleza.

Respingué al sonido monosílabo del animal, busqué en mi información mental hasta saber que se le llamaba mugido, mugido de vaca, se oía fastidiado. Cerré los ojos metiéndome en otra oscuridad notando que algo me molestaba, no físicamente pero si emocional, una sensación ajena pero perteneciente. La molestia se movía por mi alrededor queriendo expresar algo. Suspiré para solo aceptarla y disiparla en un hoyo imaginario dentro de mí. De a poco se fue disolviendo.

—...Tess. ¿Estas despierta?

—¿Eh?

Desenlacé mis brazos descubriendo que la mano de Lorna se ubicaba en mi hombro, su tono parecía nervioso. Busqué aclarar mi mente y dar con la respuesta a lo que acababa de pasar. Me perdí por un momento.

—¿Cómo esta Lucy Lu?

—Sobrevivirá, se trata de un inicio de mastitis, un poco de tratamiento en manos buenas y seguirá con su labor. Vamos... Quiero mostrarte algunas cosas antes de seguir con el resto de mis tareas.

Con esa promesa me guio por el resto de la granja, tenían muchos animales de todo tipo pero Vivian de las verduras variadas que plantaban en gran parte de sus tierras, agradaba esa visión de una granja autosuficiente e interacción con la tierra. Agradable. Más allá de ser un poco abusivo, difícil de explicar.

La oscuridad en tus ojos©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora