Me sentía demasiado cansada, aludirlo a mis caminatas no era una excusa muy fácil de tomar pero no se me ocurrían otras. Por el momento nos estábamos alejando del rancho para los otros lugares y el aire de algún modo se sentía tenso. Rogaba no perder la conexión amistosa con Lorna quien era la última persona de aquel lugar a la que permitía un acercamiento más cerrado de lo normal.
—... ¿Sera posible que pueda venir al nacimiento del potrillo?
A causa de mi aletargamiento decidí cerrar los ojos que parecían faltos de humedad pero eso no hacia diferencia alguna al sentir ese continuo movimiento alrededor de mi cuerpo producido por la maquina rodante. Un pequeño cambio de dirección me demostró haber alterado a la mujer. Hice una mueca al no ser mi intención.
—Dependerá de las circunstancias... Es posible que suceda muy tarde en la noche, sin ofender pero también podrías ser más un estorbo que una ayuda.
—El pequeño estaba bien ubicado. Aun así entiendo tus sentimientos... disculpa por pedirte algo tan egoísta...
Mordí el interior de mi boca en reprimenda ¿Qué me incitó a pedirlo? Escuché un gruñido de su lado, disculpa por ser tan rara.
—No me hagas sentir culpable Tess. Solo se razonable, ya veremos cuando suceda... es todo lo que puedo prometerte ¿Y cómo sabes que está bien ubicado?
En realidad ni yo misma lo sabía. Cuando estuve junto a la potranca y toqué su frente de algún modo supe que todo estaría bien. Un gran momento extraño el cual analizaría a solas. Me acomodé en el asiento al que estaba amarrada por el cinturón de seguridad.
—Solo lo se...
Una respuesta ambigua, seguro le hizo sentir mal pero no me permitiría lanzar hipótesis a diestra y siniestra, una cautela en mi interior me alertaba de eso. Por el resto del viaje Lorna colocó música que denominó como country. Sus melodías y letras eran muy contrarias a la música de orquesta que solía escuchar, una de las tantas cosas que iba a extrañar.
En alguna hora del día me permitía escuchar temas instrumentales de distintos países, mas allá de los clásicos iba también a las notas hindúes, japonesas, celtas o sudamericanas. Algo místico podía sentir en ellas sin necesidad de una letra. Llegué a escuchar variedades de un mismo tema que expresaban otros sentimientos.
Ahora la letra, cantada por una voz ronca y lejana, intentaba hacerme entender la importancia de un amor imposible.
Cabeceé por un lado y otro hasta que mi mente se fue apagando lentamente, empecé a darme cuenta que no podría conocer más luego de aquel lugar. Una lástima. Alzar un bebé siempre fue un sueño para mí.
La posibilidad de eso se hizo presente al mencionarse de pasar por la casa de Nikala.
La sensación de liviandad revolvió mi cabello, no importaba si algunos mechones se cruzaban en mi rostro provocándome cosquillas, era lo normal cuando enfrentas esa sensación de vértigos por el viento de alrededor. Ya no estaba sentada en el auto sino parada en medio de algo que sentía conocer profundamente.
El aroma era fresco, invitaba a pasear y reír pero una pizca invisible me alertaba que todo solo tapaba la verdadera situación. Extraño. Nunca antes había soñado con algo tan premonitorio, el sentimiento de que existía una línea de momentos me obligaba a pensar eso.
Algo raspó la palma de mi mano, una superficie imperfecta cubierta por un duro pelaje, lo más seguro un animal pero no era alguno que conociera ¿verdad? Me acuclille a él paseando mi mano queriendo reconocer su forma sin temor a que me lastimara.
El viento mermó su intensidad a una brisa. Mi mano fue liberada estampándose contra el suelo grumoso. Se sentía tibia la tierra al igual que seca, no era primavera aun pero tampoco verano, solo quedaban el otoño y el invierno. Volví a levantarme, por desear aventurarme puse un pie delante del otro a través de un camino que solo mi subconsciente conocía. De a poco se fueron hundiendo mis pies siguiendo con el resto de mi pierna hasta que las afiladas garras del frio intentaran resquebrajar mis huesos.
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La oscuridad en tus ojos©
WerewolfDesde el uso de su razón, y mucho antes, Tesy vivió una monótona vida de invidente. Esa oscuridad ante sus ojos resultaba cómoda, bienvenida al conocer cada cosa escondida en ella... lamentablemente eso cambiara. La oscuridad mostrara otros matices...