El control aún era firme, podía escuchar su respiración jadeante y los intentos de la bestia por escapar, pero no le daría oportunidad. Para nada era el momento. Tenía una comunidad que proteger, personas heridas y un montón de incertidumbre.
Tras el desastre natural en el bosque, producto de una extraña tormenta, se internó con una pequeña cuadrilla de centinelas por víctimas o daños alrededor. Con el aviso de Cael, trajeron una camilla para la humana perdida. Los renegados la habían soltado a fin de escapar. La primera visión de ella seria su mayor tormento por años sino toda la vida. Herida, helada y shockeada, con frases incoherentes de auxilio aun estando cerca de ella. Su afán por huir. Su afán por dejar de ver.
Si, lo había notado, estuvo a punto de sacudirla y exigirle respuestas por ese cambio en ella. El mas grande serian sus ojos que dejaron de ser acuosos para mostrar una propiedad recuperada en su pupila oscura. Ya no eran de plata sino de acero. Lo siguiente fue su aroma. Ambos elementos lo pusieron nervioso ¿Quién le hizo eso? ¿Seguía siendo la misma persona? ¿Fueron los renegados?
Todos esos pensamientos lo aturdieron, de no ser la intervención de Cael, no sabía que habría sucedido. Se obligó a alejarse del pasillo, ver a los demás y como seguían las obras alrededor.
Afuera de la cabaña esperaba Sirus quien terminaba una conversación por el celular. No le sorprendería si era con el shifter en la ciudad quien cuidaba a sus jóvenes. El peligro pasó por el momento.
—¿Qué te dijeron?
—Los jóvenes están algo nerviosos por el aviso de quedarse una noche más, Il Pein los mandara con dos conocidos de confianza tan pronto sea posible.
Asintió a eso. Le debería un gran favor al shifter solitario. Su apoyo en dar refugio y sostén a los jóvenes no sería olvidado con facilidad.
Aun con energía nerviosa decidió darse una caminata, su instinto de proteger a la chica no era tan fuerte como para quedarse ahí, de algún modo confiaba en Cael. Solo era la culpa por el trato que tuvo ella en esas tierras. Su consejero le guio a un camino, debían revisar los destrozos del ultimo incendio. En un clima helado la presencia de incendios solía ser mínima así que podía notarse las malas intenciones en este.
Sucedió rápido pero no llegó lejos por la rápida respuesta de los peones, igual fue una buena distracción en favor de los renegados en su afán de secuestrar a Tess... y en lastimar a Lorna. El shifter soltó un suspiro a ese recordatorio, una vez más se preguntó cómo lo habría sobrellevado su amigo.
El camino resultó largo pero provechoso al interactuar con los habitantes de la comunidad, demostrar que estaba abierto a escucharlos, darles un apoyo o consuelo tras las cosas sucedidas. Quizás no sea Wolf pero podía hacerlo tan bien como él.
Aun asi sintió cautela en los miembros encontrados, hacían preguntas por Lorna o los renegados. Hubo pocos audaces en comentar la situación con la humana. Cheron quiso no ser esquivo pero ni él mismo sabia como proceder en eso. Tenia una lucha entre su deber con la joven y lo que necesita la comunidad. De a momentos su balanza se inclinaba mas a las personas bajo su cuidado, distinto de antes lo cual le era una extrañeza. Hacía unos días habría dado refugio seguro a la chica sin escuchar las protestas de alrededor.
—Buenas Cheron. Gracias por darte una vuelta. Supongo que todo esta bien con los renegados.
Dio una palmada al hombro del shifter alce, un hombre de su altura con una mayor envergadura quien no podía ocultar sus emociones preocupantes. Cheron sonrió.
—Todo esta tranquilo ahora. Cael puede asegurar que los renegados están muy lejos de nuestra comunidad. ¿Cómo van con el arreglo improvisado? Si te faltare alimento sabes que podemos hacer arreglos.
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La oscuridad en tus ojos©
Manusia SerigalaDesde el uso de su razón, y mucho antes, Tesy vivió una monótona vida de invidente. Esa oscuridad ante sus ojos resultaba cómoda, bienvenida al conocer cada cosa escondida en ella... lamentablemente eso cambiara. La oscuridad mostrara otros matices...