Capitulo 16: Demasiado en la cabeza

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¿Cómo los llamaba mi padre? Estaba segura de que lo escuché en alguna parte y tenía muchas ganas de destruir esa palabra junto a todo lo involucrado en eso ¡No es posible! ¡Una gran estafa a mi pobre persona! Gruñí más antes de desplomarme sobre el sillón sacudiendo mis cabellos ¡Tan injusto!

—¿Sigues enojada?

— Solo intento arrancarme la cabellera... Maldición.

Creí escuchar un bufido lo que me enfadó más pero no daría rienda a querer tirarle lo primero que encontrara al idiota de Cheron. Aun si mis manos picaran por ello. Esto es lo que pasaba cuando no piensas con más cuidado lo siguiente, ser metódico tiene sus razones.

Esperaba ganar y no perder, un hecho consumado al estar en mi hogar junto a mi nuevo guardaespaldas shifter. Por todos los cielos, deseaba estar sola otra vez para así prepararme mejor a lo que vendría.

Mi mano sintió la textura de la tapicería, la otra agarró con fuerza el libro de mamá. Al menos volví a un entorno familiar. Mi jaula preciosa no sufrió ningún cambio gustándome. Tamborileé los dedos un rato saboreando el silencio, el cual fue cortado por los pasos del lobo quien no se veía dispuesto a cooperar. El chasquido de madera contra madera indicaba el cierre de puertas y ventanas.

Salté a una bastante fuerte ¿Qué estaba haciendo?

—¡Hazlo con amor! ¡Me tienen que durar unos años más! Rayos.

Despejé mi cara del cabello rebelde, necesitaba una liga, recordé entonces la revisión de mis pupilas y sus exclamaciones de extrañeza. Mi vida cada vez era más colorida e insensible. Gruñí y me desacomode en el sillón hasta tener las piernas sobre uno de los brazos. Mejor.

A pesar de la horrible sensación en mi pecho deje que siguieran haciendo sus evaluaciones superficiales sobre mis pupilas. Lorna no se mostró muy complacida pero dijo que el tono gris de mis pupilas estaba ennegreciéndose. Como antes no se esforzaron en ello era una extraña posibilidad, también explicaría la jaqueca y mi mareo. Necesitaba revisar eso.

Dejé el sillón para ir en busca de mi maquina Perkins. Otro de mis tantos entretenimientos en las jaulas es la escritura, tengo bastantes cajas con descripciones, explicaciones y pensamientos que se me ocurrían. De ese modo negaba volverme loca al no tener con quien hablar. Rodeé el conjunto de salón para alguno de los cuartos. A lo lejos escuché los pasos de Cheron aun ambientándose en mi casa.

¿Dónde la habría dejado? Una pregunta molesta una vez entré al área de los cuartos. Cuando se efectuó la mudanza no tuve mucha voz sobre como distribuirían las cosas, mi asistente del momento hizo que juntaran todo lo que yo haya tocado o sea necesario para una mujer de mi condición. Temblé a los otros libros que deje atrás, apreté el de mis manos contra el esternón, al menos este seguía conmigo.

—¿Tess?... ¿Qué haces?

Un escalofrío me puso alerta, apreté los labios a esa presencia atrás mío. Por un segundo olvide que él estaba conmigo, un hombre, shifter, pero uno al final de todo. Interesante y frustrante tener una persona que me trata con cierta familiaridad en mi casa. Y luego de tantos años, hice una mueca, lastima las circunstancias que produjeron semejante situación.

—Quería encontrar mi máquina de escribir, puedes ayudarme si lo deseas.

Di un paso más, trastabille y terminé en el suelo "elegantemente".

Por mis adentros sentí vergüenza, dolor y odio. Resople por tal muestra de cuidados levantándome rápido de la alfombra mal colocada. Si mal no recordaba eso provocó otras caídas antes pero no me pondría a analizar. Apenas separé el torso que unas manos fuertes tiraron de mi espantándome.

La oscuridad en tus ojos©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora