Dejé de pensar en tonterías y sólo miraba las nubes, este lugar tenía algo raro, no se sentía el tiempo pasar. Una voz muy familiar hizo que me incorporara de inmediato, pero... ¿Qué demonios hacía aquí? Creí que estaría con Yolo.

— ¿Temo? ¿Qué haces aquí? —dijo con voz extraña. Me reincorporé de inmediato.

—Ah... —respondí nervioso. Decidí desviar el tema— ¿Qué haces tú aquí? Creí que estarías con Yolo.

—Sí, estaba con ella... —suspiró— ¿puedo sentarme? —preguntó mientras se acercaba. Sólo asentí y se sentó a mi lado—. Le pedí a Yolo que fuera mi novia —dijo seriamente.

Por su expresión, imaginé lo que pasó.

—Te dijo que no —afirmé sin antes preguntarlo. Oculté la felicidad que sentía en ese momento.

—No —contestó secamente.

—¿Te dijo que sí? —pregunté muy confundido.

—No —su expresión seguía siendo seria, continuó hablando—: me dijo que lo pensaría, que después me daba una respuesta.

—sígueme contando —mis palabras salían de forma precipitada.

—OK —se puso aún más serio— ¿Por qué hacen eso? —me miró fijamente.

—¿De qué hablas? —vacilé.

—¿Por qué dicen que tienen que pensarlo? Eso no es algo que se tenga que pensar, ¿o si? —preguntó confundido.

—Cuando una persona está segura de lo que siente, no tiene porqué pensarlo —le respondí sinceramente.

—¿Quieres decir que ella no estaba segura de lo que sentía? —hizo un gesto de desagrado.

—Es lo mas probable —coloqué una mano sobre su hombro.

—Ayer pasamos un día genial y el beso también lo fue. Llegué a creer que se sentía enamorada. No entiendo que pasó —dijo confundido y bajó la mirada.

—Muchas cosas no tienen explicación —dije, tratando de hacer que se sintiera mejor.

—¿Y si lo piensa y me dice que no? —me miró preocupado. Realmente se veía tierno.

—Yolo a veces no sabe lo que quiere ni lo que siente. Sólo dale tiempo y no la presiones —aconsejé, de cierta forma me dolió decirlo.

—Está bien —suspiró. Desvió su mirada y observó fijamente en dirección a mi mano— quítate esa pulsera.

—¿Qué? No me la voy a quitar —le advertí.

Dear, dear, diary -AristemoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora